☆ Extra II. ☆

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Me despierto asustada y con la respiración algo agitada, mientras veo a mi alrededor, notando que estoy en mi habitación, mi casa, cosa que me hace fruncir el ceño.

—¿Estás bien?

Giro mi cabeza con tal rapidez que logra marearme un poco, pero aun así veo a Isis frente a mi tocador, viéndome extrañada a través del espejo pero a la vez ligeramente preocupada.

Sin dudarlo, me levanto de la cama y corro hasta ella para abrazarla fuertemente, tomándola por sorpresa y haciendo que suelte una risa algo extraña.

—Estas aquí —comento feliz de ver a mi mejor amiga.

—¿Dónde más estaría? —inquiere extrañada, separándome de ella para verme a los ojos divertida—. Te dije que no debías dormir esa siesta antes de la fiesta —me riñe con un tono de voz bromista, pero a la vez uno que me hace entender que habla en serio—. Pero bueno, te dejé solo porque es tu cumpleaños número dieciocho. 

Al escucharla hablar de una fiesta, frunzo el ceño y bajo la vista a mi vestimenta, notando que en efecto traigo un vestido.

Pero, ¿qué? 

—Pero nosotras ya tenemos diecinueve —aseguro, y puedo ver como frunce el ceño extrañada—, de hecho, ya estamos en el segundo año de la universidad —comento, mirando como ella termina de maquillarse y veo como eleva una ceja divertida—. Sí, sí, tú estás en la de Cardfor estudiando medicina y yo estoy en la de Kabuttia estudiando ciencias de la comunicación —cuento todo lo que vivimos y ella suelta una pequeña risa pero no quita la expresión de confusión de su rostro.

—¿Cómo sabes lo de Cardfor? ¿Revisaste nuevamente mi correo? —indaga, frunciendo el ceño levemente molesta, pero al ver mi incredulidad relaja su expresión y decide añadir—: ¿Y qué tal nos iba en la universidad? —inquiere, volviendo a maquillarse pero cada tanto me ve de reojo.

—A ti genial, claramente —menciono y eleva un hombro con arrogancia—, y a mi, aunque te sorprenda, académicamente me iba muy bien, pero no la pasaba bien en la universidad —admito algo triste, para luego soltar un suspiro—, sobre todo porque nosotras nos alejamos muchísimo, ya ni hablábamos y si lo hacíamos era cuando la familia se reunía, pero hasta ahí —cuento, sintiendo mi labio inferior temblar—. Es horrible Isis, porque todo estaba mal, ¿sabes? Axel y Renata...

—¿Sabes qué es lo bueno de cuando despiertas de una pesadilla? —me interrumpe, levantándose de la silla para después agarrar mis hombros a la vez que me mira fijo a los ojos—. Que despiertas y te das cuenta que era solo eso, una pesadilla —asegura, otorgándome una tranquilizadora sonrisa y no lo dudo ni un segundo, así que vuelvo abrazarla—. Iremos juntas a la misma universidad Ely, es imposible que alguien me separe de ti. Además, ¿tú pasarla mal en algún lugar?

Me alejo inmediatamente de ella y la miro fijo a los ojos mientras niego con la cabeza de manera lenta.

—No iremos a la misma universidad —sentencio y la noto con ganas de replicar, entonces añado—: Te aceptaron en Cardfor, Isis, ¿qué tan egoísta tengo que ser para no querer que vayas tras tus sueños?

—Pero...

—No. Esta vez nos tocará hacer cosas por separado, pero yo pienso ser de esas mejores amigas que apoyan los sueños de la otra, no que se los corta con la tijera del egoísmo —aseguro, sin apartar mis ojos de los suyos.

Abre la boca dispuesta a decir algo, pero un golpeteo en la puerta de mi habitación hace que la vuelva a cerrar, para luego ambas escuchar una voz en el pasillo que me hace fruncir el ceño pero a la vez me acelera el corazón de una extraña forma.

Mala suerte | #SS1 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora