#1 parte de la trilogía Sin Suerte!
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"Hay veces que sin querer, te caes, y sin notarlo... Pierdes tu suerte"
Emily Vescovi intenta sobrevivir a la caótica vida de ser una adolescente con mala suerte y no morir en el proceso.
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2018
Querido Diario:
Existe el acoso. Hacia cualquier persona de sexo o género, de edad o raza, convicciones o religión. El acoso está, constantemente, como un monstruo debajo de la cama, esperando el momento perfecto para salir.
Los monstruos son reales, somos nosotros los humanos. No todos, claro está, pero la mayoría sí lo es y hay que protegerse de ellos. Hay que dejar de temerle a los monstruos y tomar las riendas de la valentía para realizar el primer acto: hablar.
Hablar con alguien sobre tus problemas es lo primordial. Cuesta, por temor al qué dirá el otro, pero siempre hay que hablar para que esa oscuridad que nos consume por culpa de aquel monstruo, al que llamaremos, acoso, que alguna vez nos asustó (o sigue haciéndolo) no nos consuma por completo.
Si la persona con la que hablaste primero no te escucha, busca otra. No te rindas. Siempre habrá alguien en el planeta que quiera escucharte y/o ayudarte.
Los problemas no se resuelven solos.
Cuatro de cada cinco personas sufren de acoso, sea de cualquier tipo. Podrías ser tú, tu vecino, algún familiar, yo o incluso algún conocido.
El acoso es un tipo de violencia y, como siempre digo, no hay violencia de género, la violencia es violencia y hay que erradicarla.
Algunos resuelven este tipo de conflictos a golpes, mientras tanto, otros se quedan paralizados sin saber qué hacer, pues yo te lo digo. Habla. Grita. Di en voz alta lo que te está pasando, sea en el momento o no, hazlo.
¿Alguien te tocó o te dijo algo en la calle o en algún lugar público? Dilo. Habla. Anuncia lo que te hicieron en voz alta. No importa si la gente se te queda viendo raro, porque sí, hay monstruos en todos lados, algunos actúan y otros sólo son simples espectadores, pero no dejan de ser monstruos a fin de cuentas, pero no te preocupes, que para cada monstruo hay un héroe y alguien te ayudará, defenderá o apoyará.
¿Te molestan en la escuela o lugar de trabajo? Habla. Díselo al directivo, un profesor, un celador, un compañero, alguien, no calles. Si ellos no escuchan, cuéntale a alguien de tu familia. Pide ayuda.
