Mala suerte | #SS1 ✅

☆ 1 parte 4. ☆

Hoy es el baile de primavera en el instituto, y la verdad es que estoy de suerte, porque los moretones de mi cara están mucho mejor, casi que ni se notan. El dolor corporal y raspones que tengo, prácticamente desaparecieron. Así que, estoy lista y perfecta para esta noche.

Lo único malo es que mi dentista se fue y vuelve el martes, así que aún tengo el diente partido. Mi papá dijo que intentaría conseguir un pegamento para esta noche, así puede pegármelo tal cual lo hizo la enfermera en el instituto. Yo sólo espero que si pueda conseguir uno.

Ahora estoy con Isis en clases de tenis, esperando que el profesor venga. Admito que cuando la rubia me dijo de venir a clases de tenis con ella, me negué rotundamente, pero luego de acompañarla una vez y ver al hermoso profesor, no dudé ni un segundo en anotarme.

Nunca había visto un hombre mayor tan atractivo, tan guapo, tan hermoso.

Sólo por eso y nada más que por eso, es que vengo a clases de tenis. Por él. Por el profesor Joe Ivin. El apellido igual mucho como que no me gusta, porque siento que no combina con el mío. Ivin Vescovi, Vescovi Ivin... No lo sé.

Emily Vescovi de Ivin. Bueno, no todo es perfecto. No se puede tener todo en la vida y este es un claro ejemplo de ello.

—Buen día chicas —saluda Joe, entrando a la cancha.

—Buen día, profe —saludamos Génesis, dos chicas más y yo a unísono.

Lo que más me gusta de él, es lo caballeroso y profesional que es. Jamás insinuó nada con ninguna de nosotras, ni intentó sobrepasarse o algo parecido. Bromea con nosotras, pero siempre se mantiene al margen, siempre nos demuestra su profesionalismo.

Me encanta.

—¿Están lis...? ¡Dios, ¿qué te pasó?! —cuestiona sorprendido al verme y yo le sonrío apenada.

—Mala semana. —Es todo lo que puedo responder, manteniendo mi sonrisa, mientras siento como Isis me da leves palmadas en el hombro.

—No sé por qué no me sorprende. —Ríe para después girarse y caminar hacia las pequeñas pelotas de tenis.

Por suerte se giró, porque siento mis mejillas arder.

Me olvidé que por el momento, parezco un monstruo con la cara toda lastimada, pero bueno, soy un monstruo precioso.

☆☆☆☆☆

Llevamos entrenando ya un rato largo, casi se completa la hora de la clase. La verdad, creo que es un deporte que sí se me da bastante bien. A comparación de... bueno, no puedo compararme con ninguna de las que están aquí, pero a comparación de no sé, alguien malo en el tenis, soy buena.

—Bien chicas, hoy fue un buen día, así que, para felicitarlas, las dejaré hacer partido y de paso veo sus condiciones —informa Joe y todas asentimos con la cabeza. Gira a verme y me sonríe—. Muy bien Ely, vas progresando muy bien. Sigue así —me felicita entusiasta y yo sonrío como boba.