#1 parte de la trilogía Sin Suerte!
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"Hay veces que sin querer, te caes, y sin notarlo... Pierdes tu suerte"
Emily Vescovi intenta sobrevivir a la caótica vida de ser una adolescente con mala suerte y no morir en el proceso.
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2017
Querido Diario:
Las personas solemos confundirnos con facilidad, muchas veces por no prestar atención a lo que se nos está diciendo, o bien, por entender lo que queremos.
Pero, admito que las personas que no son claras con uno también logran confundir.
Confundirse con una acción, palabra o gesto es, como ya dije, sumamente fácil, y más si no hay una comunicación clara de por medio o si tienes intereses hacía con esa persona.
Para evitar esas cosas, siempre hay que saber hablar y plantear lo que se siente, piensa y cree que ocurre.
Sino siempre terminaremos en la confundería sin entender qué hacemos ahí.
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He tenido muchos novios a mi corta edad de quince años, aunque bueno, según Génesis no cuentan como novios si yo era la única que creía que estábamos en una relación, si aquel noviazgo duró un día o apenas una semana, y cosas por ese estilo, pero para mí sí contaba como noviazgo y eso es lo que importa, porque yo le ponía empeño a esas relaciones.
No tengo la culpa de ser enamoradiza y de ilusionarme rápido, son los hombres que gozan de hacerme sufrir, de verme devastada. Aunque admito que no es culpa de ellos en su totalidad, es mía también por confiar en sus palabras bonitas.
Mi lema es: «tengo un corazón demasiado grande, ¿por qué no usarlo?»
Dijeron que el corazón, de manera metafórica, está hecho para amar. Bueno, entonces yo lo uso correctamente.
Pero ese no es el punto. El punto aquí es que, oficialmente me alejaré del sexo masculino –por un tiempo, claro está–, porque siento que no debo seguir sufriendo por ellos. ¡Yo debo vivir a pleno! Reír, disfrutar con mis amigos y familia, salir, conocerme más a fondo, y eso es lo que pienso hacer.
Ningún hombre, por el momento, merece mis lágrimas, mi sufrimiento ni mi dolor.
—¿Me estás escuchando? —pregunta el pelirrojo parado frente a mí, logrando llamar mi atención.
