☆ 29. ☆

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2018

Querido Diario:

La vida está tan llena de sorpresas, que constantemente está sorprendiéndote con algo. Cuando menos te lo esperas, pasan las cosas que menos te imaginas.

Hay sorpresas que te reparan el corazón sin demasiado esfuerzo. Te hacen sentir la felicidad plena. Te hacen creer que puedes tocar el cielo con las puntas de tus dedos.

Sin embargo, todo lado bueno, tiene su lado malo. Así como hay sorpresas buenas, hay malas.

Aquellas que, sin dudar, te rompen el corazón en tantos pedazos que crees que será imposible recolectar todas las piezas. En donde sientes que jamás nadie podría conocer tanto el dolor, como lo conoces tú, a causa de aquella sorpresa.

Pero hay que tener en cuenta algo: las sorpresas son sólo eso, noticias portadoras de emociones. Algo momentáneo, no eterno.

El estado de sorpresa no dura toda la vida, así sea algo malo. Quedará el dolor, quizá, pero ya no es una sorpresa, ya no es algo que asombre.

Hay que tener en cuenta que, así como llegan sorpresas malas, llegan buenas y así toda nuestra vida. Un círculo vicioso.

Van y vienen, constantemente. Buenas y malas, a cada rato. Momentos que pasan, algunos se recuerdan y otros no, pero son eso, momentos y después de los momentos, la vida sigue.

—¡Familia, llegué! —anuncio, pasando por el umbral de la puerta de entrada, mientras arrastro la maleta conmigo y la dejo al lado del perchero.

Cierro la puerta y cuelgo mis llaves donde siempre, para después sacarme el saco y colgarlo.

Empiezo a caminar hacia la sala, extrañada de que nadie haya venido a saludarme, ¿será que se olvidaron que volvía hoy?

No llego a dar ni dos pasos dentro de la sala, que mi familia y amigos salen de sus respectivos escondites.

—¡Sorpresa! —exclaman todos, logrando asustarme.

Sonrío, aún con una mano en mi pecho a causa del susto, para después acercarme a mi mamá y abrazarla, al separarme de ella fui con mi papá y también lo abrazo.

Mala suerte | #SS1 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora