#1 parte de la trilogía Sin Suerte!
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"Hay veces que sin querer, te caes, y sin notarlo... Pierdes tu suerte"
Emily Vescovi intenta sobrevivir a la caótica vida de ser una adolescente con mala suerte y no morir en el proceso.
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2017
Querido Diaro:
Hoy aprendí que muchas veces las personas se creen con el suficiente derecho de meterse en asuntos donde no los han llamado, y me incluyo en ese grupo de personas.
Pero entendí que nadie, realmente nadie, ni siquiera la familia, tiene derecho de hacerlo (al menos que sea algo que vaya más allá, donde sí o sí alguien deba meterse).
Las personas suelen soltar "opiniones" acerca de cómo uno va vestido, de lo que uno escucha, come, de como baila o incluso de como camina, en fin, creen que porque son sólo "opiniones" pueden hacerlo, pero no es así.
Si esa persona no ha pedido tu opinión, simplemente no hay que meterse y ya.
Nadie comprende que una acción lleva a otra acción, es decir, causa y efecto.
Por eso, vive y deja vivir. Si nadie te ha pedido un consejo, ayuda u opinión, es fácil: no, no te metas.
A veces por instinto o amabilidad hacemos cosas creyendo que así estamos ayudando a alguien, pero en realidad la estamos cagando.
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—¡Mírala! Es que no la soporto —admite Génesis, sacándome de mis pensamientos, haciendo que gire a verla confundida.
—¿De qué hablas? —inquiero curiosa, antes de comer un poco de puré de papa.
Isis me agarra las mejillas y con un poco de torpeza gira mi cabeza en dirección a Rebeca, quien está a las risitas coquetas con un jugador de fútbol.
Aún no puedo creer que por ella es que mi hermano me hizo entrar al equipo de básquet, sabiendo lo pésima jugadora que soy, no, peor aún, sabiendo lo mal que me va en los deportes. Aunque hay algo que no entiendo mucho más, ¿por qué Isis la detesta tanto? ¿Qué le hizo?
—¿Qué tiene? —cuestiono sin entender realmente su punto.
—¡Está saliendo con tu hermano! —exclama frustrada y yo elevo una ceja aún sin entender del todo, haciendo que suelte un suspiro con algo de frustración—. Vuelve a mirar a su dirección, por favor —pide tratando de tener paciencia, así que decido hacerle caso.
