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Todos tenemos un límite.

SÁBADO.

2019

Querido Diario:

Podemos ser las personas más buenas del mundo entero e incluso las más pacientes, pero todos tenemos un límite y cuando se supera ese límite, creo que no hay vuelta atrás.

Algunos su límite es más corto que el de otros, pero a fin de cuentas sigue teniendo uno.

Por eso creo que hay que saber escuchar las señales que te están dando, para no cansarlos.

A veces no llegamos a su límite por una persona, sino por varias y muchos acontecimientos que fuimos guardando porque eran "estupideces", pero está mal. No tenemos que llegar a nuestro propio límite, ni tenemos que dejar que alguien llegue a él.

Mi hermano dice que no tenemos que soportarlo todo, que la paciencia tiene un límite y que la vida está hecha para vivirla y disfrutarla, no para soportarla y sufrirla.

Pero, ¿cuál es nuestro propio límite? ¿Cuál es el límite del otro?

-¿Ya tienes tus cosas listas para el lunes? -indago, mirando el techo de mi habitación mientras siento la fría pared bajo mis pies descalzos.

-No -responde Isis a mi lado, en la misma posición en la que me encuentro.

Esto es lo que más me gusta de nuestra amistad. Que podemos estar haciendo nada, pero siempre juntas.

Giro mi cabeza para ver como hace rebotar una pelota de tenis contra la pared, una y otra vez.

-¿Y eso? -cuestiono sorprendida por su respuesta.

El lunes comenzamos las clases y este es nuestro último año en el instituto.

Desde que comenzamos preescolar que Isis prepara sus cosas dos o tres días antes del inicio de clases.

Según ella, mejor prevenir que lamentar.

La veo encogerse de hombros y con eso ya sé que no dirá nada más con respecto al tema.

La muerte de Bautista nos ha cambiado a todos, y eso lo sé, pero el que Axel esté a miles de kilómetros ahora también la perturbó, porque desde que él se fe ha estado más extraña de lo normal.

-¿Cómo están las cosas con Brian? -inquiere, cambiando el tema de la conversación.

Suelto un suspiro y me encojo de hombros.

-Si te refieres a él, sigue castigado. Si te refieres a nuestra relación, no tengo mucho para decir -admito, volviendo a suspirar-. Estamos bien por ratos y mal por otros. La verdad es que no lo entiendo, pero mi mamá me dijo que le dé tiempo a que se recupere, así que supongo que eso hago.

-¿De cuánto es su castigo esta vez?

-Dos semanas -respondo, viendo los dedos de mis pies mientras los muevo.

-Últimamente se la pasa castigado, ¿no?

-¿Y cómo no? Se la pasa haciendo cagadas tras cagada. Parece un pato, cada tres pasos, caga -comento haciéndola reír-. Te lo juro que sí. Amelie ya no sabe qué hacer con él y no es para menos.

-Pero ve el lado bueno. Lo castiga y aun así Amelie deja que vayas a verlo -opina, sin dejar de rebotar la pelotita contra la pared.

-Eso es porque Amelie cree que yo puedo hacerle bien a Brian, en el sentido de ayudarlo a mejorar y así -confieso, soltando un pequeño suspiro al pensar en el moreno.

Mala suerte | #SS1 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora