#1 parte de la trilogía Sin Suerte!
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"Hay veces que sin querer, te caes, y sin notarlo... Pierdes tu suerte"
Emily Vescovi intenta sobrevivir a la caótica vida de ser una adolescente con mala suerte y no morir en el proceso.
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2018
Querido Diario:
El caos puede ser descubrimiento o creación, pero también puede ser desorden o destrucción. Puede asustar y fascinar, depende del punto de vista de cada persona.
En mi caso, me encanta.
Me fascina el caos, porque puede ser el destructor y el creador del universo, o de varios universos a la vez, muchas veces sin ningún propósito o sentido siquiera. Cuando no se te ocurra nada hermoso proveniente de algo que es capaz de destruir, o que crees que sólo es destructor, piensa en las estrellas. Ellas provienen de un gran y perfecto caos, y sin ellas, el cielo nocturno no sería hermoso ni digno de contemplar.
Me encanta el caos. El cabello ligeramente despeinado por el viento. Las carcajadas que te producen tus amigos en un momento de tensión. La música ensordecedora de mi vecino a las diez de la mañana un domingo, que me hace revolotear mis pies para todos lados y bailar al compás de aquella melodía, haciéndome sentir alegre. El llanto de felicidad. El corazón desbocado cuando algo te emociona.
Por ejemplo, nunca ha faltado la vez que después de caerme de las escaleras, o me pasara algo caótico, vinieran los buenos recuerdos, las buenas compañías y las innumerables carcajadas.
Pero con cada caos he aprendido, cambiado, experimentado, mejorado y empeorado. Con cada desastre proveniente de un gran caos, he crecido y madurado.
Las personas crecemos en la proporción perfecta a la cantidad de caos que podemos sostener y disparar.
El universo me creó, o tal vez fue Dios, aún no lo sé. Pero, lo que sí sé, es que las personas somos y hacemos caos, y no pretendo menos.
Yo, por ejemplo, soy y hago un poco de caos.
—¡Ely!
¿Y esa voz?
Levanto la vista hacia el cielo, tratando de encontrar de donde proviene aquella voz tan conocida.
Miro a mi guardia de caramelo, que protege mi castillo hecho de waffles y con una sola seña, lo mando a revisar.
