#1 parte de la trilogía Sin Suerte!
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"Hay veces que sin querer, te caes, y sin notarlo... Pierdes tu suerte"
Emily Vescovi intenta sobrevivir a la caótica vida de ser una adolescente con mala suerte y no morir en el proceso.
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2017
Querido Diario:
Dicen que la vida te golpea de una forma inesperada y dolorosa, y admito que esa frase es muy cierta, pero mi lado positivo dice que nada dura para siempre, ni siquiera las malas rachas.
Mi mamá solía decirme que la vida te desilusiona para que dejes de vivir de ilusiones, ¿pero qué tan bueno es vivir de desilusiones?
Una vez leí que hay que dejar que todo fluya como el agua, ¿será ese el secreto de la vida? ¿Pero qué hacemos cuando el agua se estanca? ¿Qué se supone que debes de hacer cuando la vida se encarga no solo de lastimarte de forma emocional si no que físicamente también?
Mi hermano con respecto a la metáfora del agua me diría que hay que destrancarla para poder seguir, porque él dice que de eso se trata la vida, de seguir a pesar de los inconvenientes.
De todas formas en lo que llevo de vida, he recibido solamente golpes físicos, mi hermana dice que aunque no lo es del todo, esa también es una forma de tener suerte.
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—No voltees, ahí viene Ignasi —informa Génesis, mirando disimuladamente detrás de mí—. Actúa con naturalidad —aconseja, volviendo a verme a los ojos.
Yo no soy Miss Disimulación y ella lo sabe, así que, apenas termina de hablar me giro lo más "sexy" posible, pero me sale mal.
Mi cabello golpea contra mi cara metiéndose a mi boca y, choco accidentalmente contra el cuerpo de Ignasi, pero por suerte puedo mantener el equilibrio.
—Perdona, no te vi —me apresuro a decir algo apenada, y él sólo sonríe para luego mover su mano, quitándole importancia al asunto.
—No pasa nada —asegura, sin borrar su sonrisa—. ¿Podemos hablar Ely? —cuestiona, mirando a Génesis atrás de mí.
—Oh, claro. Yo igual ya me iba —comenta ella, empezando a caminar a paso lento, alejándose de nosotros.
—¿Decías? —insisto, actuando desinteresada y viéndolo de manera aburrida.
