...
Deslizó su mirada por la habitación oscura que había empezado a olvidar.
A pesar de que estar dormida fue para ella una experiencia de días, su cuerpo parecía saber que no había movido un sólo dedo en diez años.
Comenzó a asustarse cuando no se pudo mover, fue su madre la primera en atender a socorrerla.
---Está bien tesoro, tómalo con calma--- la tranquilizó con lágrimas en los ojos, ayudándola a tomar asiento.
Delphini la miró con una sonrisa, acariciando su mejilla, sin poder evitar llorar.
Tomó la mano de Neela, ayudándole a recuperar la movilidad en ella lentamente.
Cuando al fin recuperó control total de su cuerpo, volvió su mirada a su madre, y siendo la cosa más cercana que tenía a su padre, la abrazó necesitadamente.
Delphini, apesar de no saber la verdadera razón por la que su hija lloraba tan amargamente, le respondió el abrazo, sabiendo que era mejor ahorrarse sus preguntas.
Su abuela, quien sí parecía saber dónde se había encontrado su nieta por esos 10 años, se acercó a abrazarla igualmente.
---Me alegra que no hayas muerto en estos diez años--- le dijo, recargándose en su abdomen.
---Soy adulta, no una anciana, no exageres--- respondió su abuela mientras acariciaba su cabello.
Cuando se separó de su madre y abuela, el siguiente en abrazarla fue Kreacher, quien sollozaba sobre su hombro.
---Gracias por cuidar de mí todos estos años--- le dijo al elfo, quien asintió sin atreverse a hablar mientras lloraba.
La única persona que quedaba en la habitación sin haberla saludado, era Rabastan, quien se encontraba parado en la esquina del cuarto, tratando de limpiar sus lágrimas antes de acercarse a la bruja.
---Ven aquí--- le pidió la rubia con los brazos abiertos, estrechando a su viejo amigo entre sus brazos ---La adultez te sienta bien--- le dijo con una sonrisa.
---Ciertamente, eres tú quien se ve más joven de nuestra generación--- bromeó él, pues al estar dormida esos diez años, su cuerpo congelado no había envejecido ---Hay alguien que quiere verte--- dijo el mago, levantándose de la cama para tomar de la mesa una bandeja que había sido adecuada como una cama para Thanatos, quien también había caído en el coma de Neela.
El cuervo se incorporó, graznó y voló torpemente hasta el hombro de su dueña, tallando su pequeña cabeza contra su cuello a manera de caricia.
Con una sonrisa, la bruja le devolvió el gesto, acariciando su plumaje negro como el petróleo.
---También te eché de menos, Thanatos.
Un silencio inundó la habitación, Neela podía notar las miradas de complicidad que se intercambiaban su madre, su abuela y Rabastan.
---Neela, hay algo que debes saber--- comenzó Lestrange, y pudiendo adivinar lo que le quería decir, ella lo interrumpió.
---Lo sé--- ambos la miraron confundidos ---Supongo que fue enterrado en la mansión Malfoy--- dijo, aclarando sus dudas.
De alguna manera, sabía de la muerte de Abraxas.
---Junto a Cassandra--- le dijo Rabastan, dibujando una sonrisa nostálgica en ella.
---Como tiene que ser--- respondió, levantándose de la cama con ayuda de su abuela, pues sus piernas se sentían más pesadas de lo normal.
---Su cuerpo aún no es incinerado, los hechizos glamour de los trabajadores funerarios siguen intactos. Puedes ir a verlo, para despedirte--- le explicó su madre.
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La calma antes de la tormenta [Tom Riddle y tú]
FanfictionContinuación del segundo libro de "Enamorada de Tom Riddle". Primer libro en mi perfil @ojosdesalamandra Primera parte del segundo libro en mi perfil @ojosdesalamandra ... Hogwarts ha terminado, la pareja enamorada se ve obligada a comenzar una vida...