La bruja indecisa

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...

Tras salir del cuarto, la bruja se puso a dar órdenes como loca.

---Tú, ve a llamar a la partera--- señaló a Barty junior ---Ustedes dos llévenla a un cuarto apropiado--- dijo señalando a los hermanos Lestrange ---Severus, lleva a James al cuarto donde coloquen a Elena y Jasper--- lo llamó aprovechando que era el único mortífago que quedaba en el pasillo.

Se apresuró a bajar las escaleras para encontrarse con el resto de mortífagos que quedaban en la casa, llamó su atención con ayuda de la Marca Tenebrosa.

---¡Que a ninguno de ustedes se les cruce siquiera por la cabeza la idea de perturbar a Elena Yaxley!... ¡Mientras ella esté en labor de parto será tratada y considerada como una invitada! ¿¡Les quedó claro!?--- los mortífagos presentes asintieron con una reverencia digna de una reina.

Se volteó hacia Tom, subiendo unos cuantos escalones para encararlo.

---Eso va también para ti--- le dijo.

---¿Es todo? ¿La dejarás tranquila? Está secuestrada, no en un hotel de cinco estrellas--- se quejó Riddle.

---Dejaré que dé a luz a sus hijas en paz--- respondió ---Mientras tanto, tú y yo iremos a planear las cosas para que Delphini nazca de igual manera.

Tomó la mano de su esposo y lo dirigió a su oficina, ambos se sentaron tranquilamente y comenzaron a planear todo lo posiblemente planeable.

Quién sería la partera, los libros que comenzarían a estudiar para estar preparados cuando el momento llegara, cuando y como daría a luz, quienes tendrían que estar presentes, lo que harían una vez que Delphini naciera, entre muchas otras cosas.

Y al final Neela logró su cometido, pues después de obligar a Tom a leer el libro de "Un mago como padre primerizo, tomo I: Pociones para recuperar energía sin dormir" y "Un mago como padre primerizo, tomo II: hechizos para la rutina diaria de tu pequeña bruja" los ojos del pelinegro no resistieron más y se quedó dormido muy profundamente.

Lo suficiente como para poder hacer lo que quería sin que su esposo fuera un inconveniente.

...

Salió del cuarto con cuidado de no hacer un ruido que despertara a su esposo, y mientras caminaba por los pasillos de la mansión para llegar al cuarto de Elena, unos cuartos antes se chocó con Jasper.

---¿Sigues aquí?--- preguntó confundida de que el mago aún no se fuera a su casa, pues eran tempranas horas de la madrugada.

---Sí, a penas hace unas horas Elena terminó de dar a luz a las mellizas--- respondió el pelinegro con una sonrisa ---Si las vieras, te enamorarías, son tan lindas.

---Puedo notarlo en tus ojos--- dijo la bruja ---Brillan--- le explicó.

---Sabe, yo no quería ser padre, nunca me había planteado la idea, pero hoy... hoy cambió mi punto de vista completamente. Solo son mis sobrinas y las quiero con toda mi alma, no puedo siquiera imaginarme lo que sentiría si fueran mis hijas.

---Es un sentimiento maravilloso--- respondió Neela, abrazando su abdomen ---Entonces ¿Estás diciéndome que quieres ser padre?.

Jasper formó una sonrisa de lado y asintió.

---No lo veo nada mal, quizás sea lo que hace falta en mi vida: Formar una familia con Marlene, sentar cabeza--- planeó él con una mirada soñadora perdida entre los muros de la mansión.

Jasper tenía metas, tenía sueños, y Neela le quitaría todo eso solo porque se sentía con el derecho de hacerlo.

¿Qué clase de monstruo le quitaría la vida a un joven de 19 años que a penas empezaba a vivirla?.

La calma antes de la tormenta [Tom Riddle y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora