La venganza de Neela

55 10 25
                                    

...

Después de un largo día de ponerse al corriente con su abuela mientras coordinaba la mudanza a la Mansión Tenebrosa, subió a su habitación cansada, y comenzó a arreglarse para dormir, sentándose en su tocador para cepillar su cabello.

Mientras estaba en ello, Tom entró con el propósito de también dormir, depositando un beso en la cabeza de la bruja en su camino a la cama.

Neela dejó su cepillo de lado, lista para discutir con él.

---Has estado ausente todos estos días ¿Debo comenzar a su poner que encontraste a alguien más para satisfacer tus necesidades mientras yo no estaba, Marvolo?--- Tom volteó a verla ofendido.

---¿Pero qué dices, Neela? No, jamás, nunca. Ni aunque tuviera que esperar toda una eternidad por ti posaría mis manos, ojos o deseos carnales en alguien más que no fueras tú, lo sabes muy bien--- respondió Riddle mientras se desvestía.

---Mi confianza es un tesoro que ya perdiste, Tom. Ahora te creo que capaz de todo--- le reprochó la bruja.

Tom suspiró cansado viendo de qué se trataba todo esto.

---Ya te he pedido perdón--- dijo él.

---Tu "Perdón" no me van a devolver esos 5 años de mi vida malgastados en dormir. Si no fuera por ti, Delphini, nuestra hija, ya tendría casi 4 años--- soltó enojada.

---Lo sé y lo siento. Estoy haciendo lo que puedo para corregir mi error...

---¿Dejándome sola todos estos días?.

---He ido a planificar mi obsequio de disculpas, y sé que cuando lo veas, te encantará. Les encantará a ambas--- aseguró, tocando el abdomen de Neela ---Compensaré los años perdidos, te lo prometo--- se acercó al rostro de la rubia, pero antes de que sus labios pudieran tocar los suyos ella puso su mano para impedir el beso.

---Ver para creer, Tom. Mientras tanto, créeme que te haré pagar cada día lo que me hiciste--- dijo.

Y sin apartarse de él, comenzó a desenredar los listones de su pijama, notando la mirada del hombre frente a ella clavada en el escote que esta acción causaba.

##############################

Después, lentamente, torturando a Tom, levantó poco a poco el vestido hasta que se vieran sus piernas por completo. Prosiguiendo a descubrir sus caderas y abdomen.

---Ver, no tocar--- regañó a Tom cuando este llevó sus manos a su cintura, obligándolo a quitarlas.

Cuando se quitó su pijama completamente y la única prenda de ropa que tuvo puesta fue su pantaleta, Tom miró con deseo las curvas que se pronunciaban debido a los pechos de la bruja.

---Hace tanto calor--- se quejó ella con una voz melosa, recogiendo su cabello en una coleta frente a él ---Creo que dormiré así.

Tom la miraba de la misma manera que un niño hambriento miraba a un helado, Neela lo notaba y disfrutaba hacerlo sufrir, pero ella también tenía hambre así que aprovecharía la situación para ella misma.

Se acercó al pelinegro, poniéndose de puntillas para estar a su altura y poder colocar la punta de su nariz contra la suya, amenazando con besarlo.

Pero cuando Tom intentó juntar sus labios, Neela descendió a su cuello, respirando sobre él, causándole una mezcla de placeres a Riddle.

Para provocarlo y torturarlo aún más, besó su torso desnudo (pues el pelinegro disfrutaba de dormir sin camisa), acariciando provocadoramente sus brazos.

La calma antes de la tormenta [Tom Riddle y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora