Los merodeadores.

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...

Los instrumentos eran tocados por Delphini, Belmont y Mattheo, otros se tocaban solos, produciendo una alegre y movida melodía que provocaba ganas de bailar en los magos y brujas presentes.

Cassandra bailaba animada con Abraxas, a unos cuantos metros de ellos estaba Lea, quien había obligado a Mía a salir a bailar con ella, a su lado, Neela se encontraba bailando con Eric.

Las luces de colores flotaban al rededor del pequeño espacio en la gran playa donde se encontraban, con almohadas gigantes y coloridas funcionando como asientos, frutas atractivas decoraban la mesa acompañadas de todo tipo de dulces.

Neela disfrutaba a más no poder de la fiesta que había sido organizada en su honor y el de su hija.

Pero cuando el sol comenzó a salir y sus pies comenzaron a dolerles, tomaron asiento en los cojines al rededor de la fogata, dejaron de lado los instrumentos y comenzaron a platicar.

---Neela ¿Sabes cómo será tu hija?--- preguntó Lea, refiriéndose a sus visiones.

---¿Que cómo será? ¿Has visto a sus padres? Será una preciosura--- respondió Abraxas con obviedad.

---No, tonto, Lea se refiere a quién se va a parecer--- lo corrigió Mía.

---A diferencia de Mattheo...--- comenzó Neela, acariciando la mejilla de su hijo sentado al lado suyo ---Delphini se parecerá a mí--- respondió la pregunta de su amiga.

---Será raro ver a Tom siendo papá por primera vez, siempre me dio risa cuando lo veía cargando a mi Lucius cuando era pequeño--- opinó Cassandra, formando una sonrisa al imaginar la escena.

---Si es que le permito ser el padre de Delphini--- dijo Neela molesta, abrazando su vientre.

---¿Por qué dices eso, tesoro?--- le preguntó su madre, sentada al lado de Belmont.

---Me puso a dormir sin mi permiso ¡estando embarazada, madre! El efecto de la poción podría afectarle a mi hija en su desarrollo y juro que si lo hace, lo pagará muy caro.

---Amor mío, puedes relajarte--- soltó su madre, tomando su mano ---El hechizo que preserva tu cuerpo en ese mismo estado también conservará el de mi nieta.

---Pero si es así ¿Por qué no está aquí conmigo, como Mattheo lo está?.

---Porque aún no ha llegado a la etapa de gestación en la que desarrolla su consiencia, o su alma llega a habitar su cuerpo. Hasta que cumplas unos cuantos meses más, su alma bajará de ahí--- dijo Mía señalando el cielo ---Y dará vida a su cuerpo hasta el día de su muerte, cuando volverá aquí con cuerpo propio.

---¿Dónde aprendiste tanto, en la biblioteca mortal?--- preguntó Abraxas intrigado.

---He aprendido sobre el embarazo estando aquí, no te olvides que fui yo quien trajo a tu hijo al mundo.

---Aún no estás convencida ¿Verdad?--- la cuestionó Eric, ella negó.

---Estoy más tranquila con lo que me han dicho sobre la manera en que Delphini no recibirá daño alguno--- contestó ---Pero aún así este coraje que siento con Tom no se va... El muy traicionero ¿Cómo se atrevió a decidir por mí? Cuando regrese se las verá conmigo y que ni sueñe con estar presente en su nacimiento.

Mattheo soltó un suspiro. Cansado de escuchar a su madre quejarse sobre su padre se paró de la arena y le ofreció la mano a su mamá.

---Acompáñame--- le pidió.

---¿A dónde?--- preguntó confundida por la reciente petición de su hijo.

---Ya lo verás--- fue lo único que se digno a responderle ---Vamos.

La calma antes de la tormenta [Tom Riddle y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora