La caída de Lord Voldemort Pt.2

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---¿No puedo confiar en nadie, acaso?--- se preguntó, peinando estresada sus cabellos con su mano.

---Neela, sabes que puedes confiar en mí--- le dijo su abuelo acariciando su mejilla, ella negó.

---Tú supiste lo de Eric desde hace tiempo y nunca me lo dijiste, solo estabas esperando el momento perfecto para romper mi relación con Tom, y no trates de mentirme--- soltó molesta, pues no era estúpida y las intenciones de Dumbledore eran tan obvias que sólo un ciego no las podría ver.

Rápidamente la imagen de Severus entrando en la casa, subiendo las escaleras y derrumbándose al encontrar el cadáver de Lily llegó a su cabeza como si fuese un recuerdo.

---Se hace tarde... Y ya he tomado mi decisión--- su abuelo la miró atento, esperando paciente el veredicto ---Tom y yo nos iremos, solo allá, lejos de todo y todos puedo evitar que nuestros seguidores devotos nos alcancen y lo traigan de vuelta.

---Has tomado la decisión correcta...

---La seguridad del mundo mágico me importa muy poco, lo hago por mi hija, porque vivir siendo temida no será vida para ella. Estará mejor aquí llevando la vida tranquila que cualquier niña de su edad debería--- le dijo al mago, quien la miró confundida.

---¿Acaso dejarás a Delphini?--- Neela, con el dolor de su corazón, asintió.

---Nada bueno pasará si la llevo conmigo, y tampoco si me quedo aquí para criarla como su madre. Cuando el momento llegue y haya resuelto todo, volveremos por ella y haré que el tiempo perdido valga la pena--- le explicó, sabiendo que desgraciadamente la niña estaría mejor lejos de sus padres, cuya oscuridad solo la consumiría.

---Odette, ella es tu hija--- "no es la única" pensó para sí misma recordando a Mattheo, a quien prometió traer de vuelta.

---Sé qué es lo mejor para mi familia--- contestó secando sus lágrimas.

Una vez que la furia, tristeza y decepción disminuyeron un poco, se acercó a su abuelo y lo abrazó en modo de despedida.

---Prométeme que cuidarás de ella cuando llegue a Hogwarts, y que protegerás el secreto de sus padres haciendo todo lo posible para protegerla--- él asintió con pesar de tener que despedirse de la única persona de su familia que le quedaba.

---Cuídate, Odette, y por favor, nunca dejes que se pierda ese niña dulce e inocente que alguna vez fuiste--- Neela sonrió con una mueca.

---Aún lo soy, porque sino, hubiera destruido este mundo por completo desde hace años atrás--- respondió caminando hacia su esposo, mirándolo un momento antes de tomar su mano ---Te amo, abuelo--- dijo por última vez para después materializarse con Tom en la cama de su mansión.

Con unos cuantos movimientos de su varita, logró que todos sus baúles comenzaran a llenarse con las pertenencias de los señores Riddle, entre ellas ropa, libros material de pociones, etc.

Dio un beso a la frente del pelinegro y salió en dirección a la habitación de su hija, encontrándose con Penélope al entrar, la cual leía sentada al lado de la pequeña.

---Neela ¿Qué pasó?--- le preguntó al ver el rostro hinchado y rojo de su amiga.

Ella negó y abrazó a su amiga, contándole todo lo que había pasado en la casa de los Potter.

---¿Entonces te irás?--- preguntó su amiga con tristeza, ella asintió.

---Es hora de que me dedique por completo a traer de vuelta a nuestros seres queridos, Penny, y para lograrlo debo de hacer sacrificios que estoy dispuesta a pagar--- le dijo a su amiga, quien asintió agachando la mirada ---Es hora de que tú y Karkaroff regresen a sus respectivas escuelas y actúen como si nada hubiese pasado.

La calma antes de la tormenta [Tom Riddle y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora