capitulo 53

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Se sentía perseguida, como si estuvieran observándola todo el tiempo, una presencia que parecía estar pegada a ella todo el tiempo, un alma que no podía encontrar paz y se refugiaba en ella buscando consuelo. Lo que Beth no sabia es que el mismo demonio estaba con ella, la perseguia por mas de que intentara negarse a su tentación, por mas que fingiera que no le importaba, la seguía viendo todas las noches antes de que se durmiera. Se quedaba frente a su ventana observandola cerrar sus ojos hasta que su respiracion se volviera pausada y lenta. El sentia una necesidad de comprobar a cada segundo que Beth estuviera bien, que estuviera a salvo y que ningún angel caido o arcangel estuviera asechandola. La veia salir de su casa como un psicopata, la seguia desde una cierta distancia para ella no sospechara y los arcangeles tampoco lo notaran, la miraba caminar hasta su escuela, cruzar los pasillos con rapidez hasta llegar a su clase, la miraba escuchar musica mientras su profesor hablaba, cuando salia de clases y evitaba a Liamcaminando rapido hacia su casa para encerrarse en su habitacion. Sabia que algo raro estaba pasando con Beth, por que comenzaba a usar mas maquillaje y hasta la habia visto comprar unos paquetes de cigarrillos en un kiosco barato de la esquina de la escuela. Queria hablar con ella, decirle lo que realmente ocurria, queria contestarle los multiples mensajes que la chica le habia enviado a su movil, pero era demasiado arriesgado en esos momentos permanecer cerca de ella, ahora solo tenia que terminar con lo que habia empezado y sufrir las consecuencias de todo lo que hizo en ese tiempo, tenia que sufrir el dolor que le habia provocado a ella.

Una gota de sudor bajo por su frente. Sostenia el arma plateada debajo de la chaqueta negra que llevaba. Su respiracion ya era agitada mientras caminaba por los pasillos de la instiucion en que se encontraba. El olor analgesicos y medicamentos era muy perceptible en sus fosas nasales. No tenia miedo de que alguien lo viese con un arma en sus manos, no temia que llamaran a la policia y lo encerraran, mil veces preferia estar en una carcel pudriendose antes de continuar con su estupida vida. Deseaba morir pero ese era un lujo que el no podia tomarse.

Habia escuchado la peticion de los arcangeles, recordaba constantemente sus palabras en su cabeza una y otra vez. Se habia negado a hacerle algun daño fisico a Beth, y los arcangeles habian respetado su desicion, pero Zayn no contaba con que ellos esperaban que el la dañara emocionalmente, queria que le quitara la poca inocencia que tenia, querian que la dejara sin amor, sin esperanzas, sin alma, que la convirtiera en una persona fria, sin respeto alguno por la vida de los demas, una persona incapaz de pensar que Zayn era lo mejor que le habia pasado, querian que ella lo odiara. Ese era su castigo, su pago por haberse enamorado de ella, y ahora tenia que terminar lo mas rapido posible antes de que los arcangeles la mataran.

Suspiro poniendo la cabeza en alto, metio el arma mas al fondo del bolsillo de su chaqueta, realmente no queria hacerlo, no queria verla sufrir otra vez, pero ordenes eran ordenes.

-disculpe, aqui no se puede fumar- le dijo amablemente una enfermera cuando paso por su lado. Zayn la miro con una ceja levantada sacando el cigarrillo de su boca y expulsando todo el humo en el rostro de la mujer. Luego lo tiro cerca de sus pies y lo piso con fuerza con la suela de su zapato. La mujer lo miro con el ceño fruncido de pies a cabeza algo nerviosa, pues su presencia no parecia del todo normal. - eso es algo anti higiénico- se agacha para tomar el cigarrillo apagado y lo tira a un cesto en una esquina- esta buscando a alguien?- Zayn mira a sus costados, los hospitales siemre le han parecido absurdos y estupidos por le solo hecho de intentar salvar personas perdidas.

-donde puedo encontrar a la doctora Steward?- pregunta sin mirarla. Hecha un vistazo a una ventana a su izquierda, se tensa al ver una silueta negra en lo alto de un edificio, ellos ya estaban observandolo.

-tiene cita con ella? solo atiende con cita- pone los ojos en blanco algo incomodo, deja de mirar hacia la ventana cuando la silueta parece desaparecer de la nada- quien es usted?- voltea hacia la enfermera y lame sus labios acariciando el arma.

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