Emma se levantó temprano y despertó a Graham, los dos debían de volver a la comisaria, tenían que seguir buscando al marido de su víctima. Los dos desayunaron en un buen ambiente y luego pusieron rumbo a la comisaria.
-Buenos días, aquí tenéis.- Dijo Graham dejando café para Cassidy y para Killian sobre la mesa.
-Gracias.- Contestaron los dos a la vez. Killian se incomodó cuando noto que Graham acariciaba su mano sin intención.
Emma se dio cuenta de lo que pasaba pero no le dio más importancia. Cassidy los puso al día con todo lo que tenían y justo cuando iba a buscar alguna pista más de donde podría encontrarse el móvil de Killian sonó.
-Tenemos algo.- Gritó haciendo que todo su equipo lo siguiese hacía el garaje.
-¿Dónde vamos?- Pregunto entonces Graham que se subió en el asiento del conductor seguido de Emma.
-Tenéis la dirección en los móviles.- Contestó entonces Killian.
Graham arrancó el coche y salió siguiendo al coche en el que iban Killian y Cassidy. Emma no sabía lo que estaba pasando pero los siguió sin rechistar. Ambos acababan de llegar a la comisaria y no sabían nada.
-¿Qué pasara?- Preguntó Graham concentrado en la carretera.
-No sé, supongo que habrán encontrado al sospechoso.- Contestó Emma mirando un informe de un caso anterior que no habían resuelto.
-Se paran.- Espetó el hombre.
Emma bajó unos segundos después de que Graham aparcase el coche, los dos se reunieron con los dos compañeros que ya estaban allí. Los cuatro sacaron las armas y esperaron órdenes.
-Nos ha llegado un aviso, creemos que nuestro sospechoso se encuentra en la habitación 103 de este hotel.- Dijo Killian antes de permitir a sus agentes entrar.-Hay que tener cuidado, sobre todo por lo huéspedes del hotel. Cabeza, chicos.
-Vale, vamos.- Soltó Cassidy.
Emma y Graham simplemente asintieron. Los cuatro fueron al coche y cogieron los chalecos antibalas que allí había. Una vez que estaban listos se dirigieron a la habitación del hotel en la que se suponía que estaba el sospechoso.
Killian abrió la puerta de la habitación con la tarjeta que el director le había dado, antes de abrir completamente colocó a su equipo para poder entrar. Graham fue el primero que entró seguido muy de cerca por Emma y por Cassidy.
-¡Arma!- Gritó Killian que se tiró sobre el cuerpo de Graham para evitar que lo hiriesen.
Emma fue la primera en reaccionar y antes de darse cuenta había vaciado su cargador contra el hombre que había disparado a su compañero y amigo. La rubia se acercó al hombre y comprobó que estaba muerto.
-¿Graham?- Preguntó Emma que se arrodilló a su lado.- ¿Estas bien?- Preguntó de nuevo muy nerviosa.
-Sí, sí.- Contestó él.- Gracias, jefe.- Dijo el hombre levantándose ayudado por Cassidy.- ¿Jefe?- Preguntó al no escuchar respuesta.
-¡Killian!- Gritó Cassidy sentándose al lado del hombre.
-Estoy bien.- Dijo con la voz entrecortada.- El chaleco.- Espetó tirando de su camisa para dejar ver la bala clavada en el mismo.
-Llamaré a una ambulancia.- Emma sacó su móvil para avisar.
-¿Estas bien? ¿Tienes algo más? No me perdonaría que te pasase nada.- Aseguró Graham que se había arrodillado delante de su jefe.
-Estoy bien, tranquilo. El chaleco paró la bala, simplemente tendré un buen morado.- Dijo en tono de gracia.
Graham no se lo pensó dos veces y aprovechó que Cassidy se había alejado para ver al sospechoso para plantarle un beso en los labios al hombre que no supo cómo reaccionar. Graham al ver que su jefe no reaccionaba ante el gesto decidió separarse para no incomodarlo más pero cuando alejó sus labios de los de Killian, el otro los acercó de nuevo. El superior deslizó su mano por el cabello de Graham y lo acercó aún más, Emma contemplaba la imagen orgullosa porque su amigo hubiese tomado la iniciativa.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente amor
FanfictionRegina Mills está viviendo los peores momentos de su vida, todo parece desmoronarse a su alrededor y en ese momento encontraran a Emma Swan, quién se convertirá en un pilar fundamental en su vida.