Regina se encontraba analizando los videos junto con David y Cassidy mientras que Graham y Killian seguían con los interrogatorios.
Habían pasado más de cinco horas desde que había llegado la nota y no tenían ninguna pista, nada a lo que agarrarse. Regina estaba cada vez más cabreada y frustrada y su padre que seguía allí ayudando en lo que podía lo notaba. Veía como su hija estaba a punto de explotar y eso le preocupaba enormemente.
La casa estaba llena de policías que entraban y salían. Toda la ciudad estaba al corriente de la desaparición de la rubia, Regina se había encargado de llamar a todas las emisoras y después de pedir unos cuantos favores la foto de Emma estaba colgada por toda la ciudad. Además se había encargado de que todos los agentes disponibles se encargasen de buscarla.
-Perdón.- dijo un joven entrando algo asustado al ver tantos policías juntos.
-¿Qué hace aquí?- Preguntó Regina que fue la primera en reaccionar.
-Tengo un paquete para la señora Mills.- Dijo él.
Regina se acercó aún más al intimidado muchacho y este alzó un paquete envuelto en papel de regalo rojo y con una nota pegada encima.
-Espere.- Dijo un agente que se acercó.- No sabemos si puede ser un explosivo.- Añadió él.
-Sacad a Henry de la casa, vamos. Todos fuera.- Gritó Regina que no había pensado en ello.
Cora cogió a su nieto en brazos y salió rápidamente seguida de Mary Margaret, ambas se alejaron mientras que el resto de policías, Henry padre y David permanecían sin moverse.
-Vosotros también.- Gritó Regina que perdía la paciencia por segundos.
-Usted también debería alejarse.- Dijo el agente.
-Yo no me voy hasta que no vea lo que hay ahí.- Espetó entonces la morena con un tono que asustaba a cualquiera.
-Nosotros tampoco.- Aseguraron Henry y David a la vez.
Regina se giró y provoco que la mayoría de los agentes salieran de allí, su mirada asustó a la mayoría de los presentes a excepción de su padre, de David y de un par de agentes más.
-Dejé la caja despacio en los brazos del agente Raglan y espere fuera a que le tomemos declaración.- Dijo el hombre mirando al joven que no podía estar más asustado.
El muchacho hizo lo que le habían pedido y salió rápidamente asustado, el muchacho no sabía cómo podía haberse metido en un lío tan grande en tan poco tiempo.
-Voy a abrirla.- Dijo entonces el agente abriendo la caja muy lentamente.
Si realmente era un explosivo era muy probable que no tuviesen tiempo de llamar a los artificieros para desactivarla así que tenían que jugársela ellos.
El hombre se movía lentamente ante la atenta mirada de Henry, David y Regina que temían lo peor. Al terminar de quitar el papel de regalo abrió lo que parecía un cofre de madera y en el interior se encontraba el pelo rubio lleno de sangre de Emma.
Regina cayó de rodillas al ver lo que había en el interior. David también soltó un gritó y comenzó a llorar desconsoladamente, era el pelo de su hija, estaba completamente seguro de ello.
Henry se arrodilló al lado de su hija y de David, los cogió a los dos como pudo y los llevó al sillón más cercano. Mary Margaret al escuchar los gritos entró precipitadamente dándose cuenta de lo que había dentro del paquete, en ese momento ella se desmayó y cayó al suelo dándose un fuerte golpe en la cabeza.
David se levantó rápidamente y fue a coger a su esposa, al llegar notó un pequeño reguero de sangre caer por su cabeza. David se giró y miró a Regina que ya estaba llamando con su móvil.
La ambulancia acudió unos minutos después y se llevaron a Mary Margaret que fue acompañada por David y un par de agentes. Regina hubiese querido acompañarlos pero necesitaba quedarse para coordinar toda la investigación, tenía que encontrar a Emma pasase lo que pasase.
-¿Tenéis algo?- Preguntó ella volviendo al interior de su casa.
-No hay huellas, ni nada similar.- Contestó él.
Graham y Killian volvieron unos minutos después. Regina les contó todo lo sucedido, el paquete, la nota con la nueva amenaza, el desmayo de Mary Margaret. Graham estaba frustrado y preocupado, ya no solo por su amiga sino por todos.
-Tenemos algo.- Dijo un agente corriendo hacía allí.
-¿Qué es?- Preguntó Graham.
-La descripción de un coche y media matricula.- Contestó entonces el hombre dándoles toda la información.
Regina seguía sin escuchar prácticamente nada de lo que ocurría a su alrededor, en su cabeza solo estaba la imagen de Emma, llena de sangre, con sus cabellos cortados, su cuerpo maltratado. Cada imagen que entraba en su cabeza era peor que la anterior.
-Vamos a patrullar la zona, no me puedo quedar aquí sin hacer nada.- Dijo Graham saliendo de allí acompañado por Killian.
-Capitán debe quedarse aquí por si llaman para pedir un rescate o por si dan noticias.-Explicó el hombre y Regina solo asintió. Se sentía superada por la situación.
Regina cogió a su hijo en sus brazos y se sentó en el sofá acompañada de sus padres, el silencio se apoderó de la casa. Todo el valor que había querido sacar para ayudar a Emma había desaparecido al ver ese paquete.
-Voy a llamar a David para saber cómo sigue Mary Margaret.- Dijo Henry mirando a su mujer y a su hija que asintieron.
-Cariño, ¿Quieres que lleve a Henry a la cuna?- Preguntó Cora y Regina solo negó con la cabeza.- Mírame, ella va a estar bien. Es la mujer más fuerte que he conocido nunca.- Aseguró la morena mayor que pensaba todo lo que decía.
-Si le pasa algo....- Su voz se volvió a romper.- Coge a Henry.- Regina dejo a su hijo en brazos de su madre y se levantó precipitadamente.
-¿Dónde vas?- Preguntó Cora al ver que su hija se colocaba el cinturón con su pistola en la cintura.
-Voy a encontrarla.- Aseguró ella, las palabras de Emma retumbaban en su cabeza. La rubia habría hecho todo lo posible para rescatarlos y ella haría lo mismo.
-Pero no sabes donde esta....- Dijo Cora levantándose para seguir a su hija.
-Eso no importa, voy a buscarla. Cuida de Henry.- Regina dejó un beso en la mejilla de su madre y otro en la frente de su hijo.
Ya subida en su coche llamó a Killian, este le dio la ubicación en la que se encontraba y quedaron en reunirse cerca de allí. Regina arrancó y se encaminó hacia allí. La morena iba enfrascada en sus pensamientos, sin poder evitar las negativas imágenes que aparecían en su mente.
Aun así intentó mantener su lado negativo de lado. Al llegar donde estaban los dos hombres se saludaron rápidamente y los tres comenzaron a inspeccionar la zona en busca del coche que habían descrito los dos testigos.
Regina se sentía mucho más segura y calmada acompañada de los dos hombres, sobre todo de Graham que sufría casi al mismo nivel que ella al no encontrar ningún rastro de la rubia.
El móvil de la morena sonó cuando estaban entrando en una cafetería para comprarse algo de comer y de beber. Regina lo cogió al ver que era su madre.
-¿Qué pasa?- Preguntó Regina algo más brusca de lo que deseaba.
-Tienes que venir a casa. Es... es... Emma.- Contestó Henry que había llamado a su hija desde el primer móvil que había encontrado.
Regina dejó su móvil caer al suelo y comenzó a correr de camino a su coche, no entendía que había pasado pero necesitaba llegar cuanto antes a su casa.
Graham y Killian seguían estupefactos, no sabían lo que había pasado pero recogieron el móvil rápidamente y siguieron a Regina.
Gracias por todos los comentarios, sigo intentando llevar todo hacia adelante y a veces no es fácil pero sigo por aquí y espero poder seguir actualizando.
Muchas gracias por la paciencia.
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Simplemente amor
FanfictionRegina Mills está viviendo los peores momentos de su vida, todo parece desmoronarse a su alrededor y en ese momento encontraran a Emma Swan, quién se convertirá en un pilar fundamental en su vida.