Capítulo 45

868 105 12
                                    

Regina salió un rato después del baño. Emma seguía en ropa interior y la miraba con bastante desaprobación. Antes de darse cuenta la morena se encontraba acorralada entre el colchón y el cuerpo de Emma.

-No me vuelvas a dejar así, Mills.- dijo en el mismo tono que había usado la morena anteriormente.

-¿Así cómo?- Preguntó Regina que vio como sus manos era cogidas por las de Emma.

-Con ganas de ti...- Esto último lo dijo en un tono tan dulce que provoco un escalofrió en la morena.

Emma soltó las manos de Regina y comenzó a desabrochar lentamente los botones del pijama mientras dejaba besos por todo el torso de la morena. Una vez le había quitado la parte de arriba del pijama se recreó en esos firmes pechos que habían quedado al descubierto.

Regina entrelazó sus dedos en el pelo de Emma y dejó que esta continuase con sus caricias y sus besos. Emma fue lentamente besando y acariciando las curvas de Regina para después quitarle los pantalones del pijama y descubrir que no llevaba ropa interior.

-Vaya, vaya. Parece que la capitán Mills sabía lo que iba a suceder...- Murmuró levantándose de la cama y dejado a Regina desnuda sobre la misma.

-Ven aquí.- Le pidió Regina que apoyó su cabeza sobre la almohada.

-Tus deseos son órdenes para mí, mi reina.- Dijo dejándose caer sobre el cálido cuerpo de Regina.

Emma beso sus labios con pasión y devoción mientras que sus manos disfrutaban del cuerpo de la morena que era la que llevaba el control en ese beso. La rubia retrocedió un poco y bajo sus besos por el estómago de Regina dejando algún que otro bocado en esa suave piel.

Regina arqueaba su cuerpo mientras que Emma seguía descendiendo. Acabó lamiendo su clítoris excitado por las caricias anteriores. Regina gimió y se removió mientras Emma seguía con lo que hacía.

Las dos manos de Emma acariciaban los pechos de Regina mientras que su lengua seguía provocando escalofríos en Regina.

-No pares.- Le pidió cuando sentía que estaba a punto de alcanzar el orgasmo.

Emma obedeció y no solo no paró sino que la penetró con dos dedos provocando que Regina alcanzase la cúspide de placer. Emma siguió con unos lentos movimientos que paró cuando Regina la reclamó en un beso necesitado.

-Te amo, Emma Swan.- dijo separando sus labios ligeramente de los de Emma.

-¿Qué has dicho?- Preguntó Emma que no llegaba a comprender las palabras de la morena. No creía que podría haber dicho eso tan pronto.

-Que te amo.- Contestó de nuevo mostrando una sonrisa en sus labios.- Qué me lo llevo negando un tiempo pero es así, te metiste muy dentro de mi cuando yo estaba pasando uno de los momentos más difíciles de mi vida. Aun así has sabido tener paciencia, ser perseverante y sobre todo me demostraste que no debo tener miedo a querer de nuevo.- Dijo Regina con los ojos fijos en los de Emma que seguían humedeciéndose cada vez más.

-Yo también te amo.- Contestó Emma fundiéndose en un beso que quería demostrar todo lo que estaba sintiendo por la morena. Todo lo que las palabras no podían decir.

-Has devuelto la luz a mi vida, has hecho que mi mundo sea mejor.- Continuó Regina.- Hace unos meses no podía ni imaginar sentir esto.- Puso la mano de Emma sobre su pecho donde su corazón latía desenfrenado.

Emma sonrió y dejó un piquito en sus labios para después tumbarse a su lado y abrazarla con todo el amor y el cariño que sentía por ella. Regina apoyó su cabeza sobre el pecho de la rubia mientras que esta entrelaza sus piernas.

Simplemente amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora