Capítulo 29

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Regina llegó al hospital y tras aparcar el coche se dirigió hacia la recepción. Preguntó por Emma Swan, y no le pusieron ninguna pega cuando enseño su placa. Sabía que no debía hacer eso pero le daba igual.

Al llegar a la puerta de la habitación que habían asignado a la rubia se encontró con David y una mujer que lloraba en sus brazos. Además estaba Graham que hablaba por el móvil.

-¿Cómo está?- Preguntó mirando a David sin ni siquiera saludarlo.

-No sabemos nada, la están operado.- Contestó él.

-Lo siento, no debí dejarla entrar.- Se disculpó la morena que se sentía frustrada y enfadada.

-Graham nos ha contado. No es su culpa.- Aseguró David mientras intentaba consolar a Mary Margaret.

Regina no dijo nada más, se alejó un poco pero no se marchó. No se iría hasta que tuviese noticias de la rubia. Graham había salido unos minutos atrás y volvió con café y algo de comer para todos, Regina no sabía el tiempo que hacía que no comía.

-Gracias.- dijo la morena en tono bajo.

-Ella estará feliz de verla con su hijo.- Aseguró el hombre.- Cuando se despierte será lo primero por lo que pregunte.- Añadió él, no solo quería consolar a la morena que parecía muy afectada sino que además quería demostrarle que era importante para Emma.

-¿Lo sabe?- Preguntó Regina y vio la cara extrañada que ponía el hombre, no había entendido la pregunta.- ¿Sus sentimientos?- Explicó de nuevo.

-Lo sé todo de ella pero no me corresponde decir nada.- Contestó Graham que no iba a traicionar la confianza de su amiga.

-Lo entiendo pero ella me lo confesó.- Dijo Regina bebiendo un poco de café, no sabía porque le estaba contado eso a él pero necesitaba desahogarse con alguien.

-Lo pasó bastante mal cuando usted cortó la relación con ella sin darle ninguna explicación.- Aseguró el hombre que quería hacer ver a su jefa lo que había.

Regina iba a contestar cuando el médico apareció por el pasillo. David y Mary Margaret lo abordaron para saber qué había pasado como estaba su hija.

-¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Se va a recuperar?- Preguntaba la mujer mayor sin dejar hablar al médico.

-Déjalo hablar.- Dijo David cogiéndola en sus brazos.

-Está bien dentro de la gravedad. Ha superado la operación y le hemos podido extraer la bala, por suerte no había tocado ningún órgano. El único inconveniente es que ha perdido mucha sangre, le estamos haciendo una trasfusión y todo debería ir bien.- Explicó el hombre con una sonrisa en su cara, veía a la mujer mayor soltar un suspiros de relajación.- Tienen una hija muy fuerte.- Dijo para después marcharse.

Regina no pudo ocultar su alegría, que Emma estuviese bien era lo único que le faltaba para que todo saliese bien. Por un momento dudo entre si irse o quedarse pero Graham no la dejo marcharse. Cuando se giraba para irse, el hombre la cogió del brazo y negó con la cabeza. Sabía que Emma agradecería verla allí cuando despertase.

-Capitán Mills.- La llamó David.

-Solo Regina.- Pidió esta que no veía la necesidad de la formalidad después de todo.- ¿Qué sucede?- Preguntó ella.

-Solo quería agradecerte por haber venido a ver como estaba nuestra hija. Estoy segura de que ella estará contenta de verla.- Dijo él que había notado los sentimientos que su hija tenía por la morena aunque no se imaginaba lo fuerte que estos eran.

-Es un placer, después de todo ella ha salvado a mi hijo.- Contestó la morena.

-¿Cómo esta Emma?- Gritó una mujer que entraba precipitadamente en el hospital.

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