Capítulo 14

863 104 3
                                    

Emma se encontraba metida en la cama, después de su encuentro con Regina se quedó bastante tocada. No sabía porque pero se encontraba bastante afectada por todo lo sucedido.

La rubia llamó esa mañana a su padre para pedirle el día libre, había pasado mala noche y no se encontraba con ánimos para ir a trabajar. Como era costumbre en ella tenía los días libres acumulados como si de una colección se tratase.

La puerta del apartamento de Emma sonó escandalosamente y se tuvo que levantar de la cama aunque no estaba dentro de sus planes, imaginaba que quién tocase de esa manera no iba a desistir fácilmente.

-¡Emma!- La llamaba Graham al otro lado de la puerta.

-Voy.- Gritó ella al otro lado.- ¿Qué haces aquí?- Preguntó pero el hombre ya había entrado en la casa.

-Tú padre me ha dicho que te has pedido el día libre e imagine que algo grave te debería de pasar.- Contestó él invitando a su amiga a que se sentase a su lado.- Cuéntame...

-¿No tienes trabajo?- Preguntó entonces ella sentándose a su lado.

-Tengo una hora de descanso.- Contestó él calmadamente.- ¿Qué tienes?- Preguntó él de nuevo.

-Tienes que prometerme que no va a salir de aquí.- Contestó ella entonces.

-Sabes que eso no tienes ni que decirlo.- Dijo él ofendido.

-La mujer de la capitán ha fallecido.- Contestó Emma sentándose a su lado.

-¿Qué?- Preguntó él que no se lo creía.- No puede ser.- Murmuró el hombre.

-Me la encontré muy bebida ayer en el bar donde nos hemos visto un par de veces, la saque de allí antes de que empezase una pelea y la lleve a su casa. Allí me lo contó.- Dijo entonces Emma.- No sé qué me pasa con ella, Graham.- Le confesó ella.

-Tiene que ser duro para ella, ahora entiendo porque ha pedido la baja.- Contestó el hombre que se sentía bastante perturbado por la noticia.- ¿Qué sientes por ella? –Preguntó Graham después.

-No lo sé.- Espetó Emma.- Hacía mucho tiempo que no sentía nada pero con ella me pasa algo, tengo la necesidad de protegerla de ayudarla. No sé explicarlo.- Emma se llevó sus manos a la cara.

-Creó que te sientes atraída por ella, Emma.- Murmuró su amigo abrazándola.- Pero sabes que algo muy difícil, casi imposible.- Añadió él.

-Lo sé, podía ver el amor en sus ojos.- Dijo Emma.- ¿Qué hago?- Preguntó la rubia buscando el consejo de su amigo.

-Te diría que te alejases de ella pero por como hablas creo que eso será imposible. Ambos sabemos muy bien lo que significa no ser correspondidos aun así tal vez podrías llegar a tener una amistad con ella.- Le dijo Graham.- Será difícil al principio pero puede que esa relación te llene lo suficiente para no necesitar nada más de ella.- Añadió el hombre sinceramente.- ¿Crees que ella quiere eso?- Preguntó.

-No lo sé, le dije que si necesitaba algo me llamase pero no sé si lo hará. Digamos que no empezamos con buen pie.

-Bueno, tómalo con calma.- Contestó él.- No te obsesiones con ella, acaba de quedar viuda y no creó que tome a bien un acercamiento por tu parte.

-No quiero eso, Graham. Simplemente.... No sé..- Soltó ella sin entender nada.- Sólo necesito dormir un poco.

-Entonces te dejo...- Graham ya se había levantado para marcharse, conocía a su amiga lo suficiente para saber que Emma necesitaba pensar y estar a solas.

-Espera, tomate un café antes. Ya has perdido casi toda tu hora de descanso.- Dijo mirando el reloj.

-Te lo agradezco, digamos que yo tampoco he dormido mucho.- Soltó él aunque se arrepintió en seguida.

Simplemente amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora