Capítulo 2 | Ledger

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Debería estar concentrado ahora mismo en absolutamente todo lo que me está aconsejando el entrenador, pero estoy muy irritado ahora. Creo que no se da cuenta de que entrenamos más duro que cualquier otro equipo y que el sol a esta hora es completamente como estar en el mismísimo infierno. Ni siquiera puedo verle bien desde aquí y cada vez que trato de llevarme la mano sobre la cejas, el balón ya viene de regreso.

-¡Muévanse, muévanse! -nos grita el entrenador en medio de la cancha-. ¡Chase, suelta el maldito balón! ¡Pásaselo a alguien! ¡Ya!

El primer impulso de Chase es correr pasándose la pelota de un pie a otro hasta que me divisa y se da cuenta de que estoy completamente solo. Cuando la pelota me llega a los pies, sigo sin estar concentrado.

-¡Estoy solo! -me grita Bobby desde el fondo a la derecha, pero Wilson es mucho más rápido y me la arrebata.

Afortunadamente el entrenador Yilmark suena el silbato y agita las manos mientras jadea de calor.

-¡Buen entrenamiento! ¡Es todo por hoy! -en cuanto intento pasar por su lado para ir directo a las duchas, el entrenador me toma del hombro y camina conmigo-. ¿Hay algo que te esté afectando hoy y que no sé?

-No, nada -me hago el tonto-. ¿Por qué?

-Estabas desconcentrado y sabes que esa actitud no me sirve, Ledger. Diste buenos pases hoy, pero te noté lento, desmarcándote. Tienes que mejorar ese rendimiento.

Asiento. -Lo sé. Creo que era el sol, más bien. El próximo será mejor. Lo prometo.

-Pues, eso espero. ¡Vayan a darse una ducha que apestan!

En las duchas, bajo el chorro de agua que cae como lluvia, dejo mi cabeza en él para que se empape de agua fría. Puedo imaginar vapor saliendo de aquí, porque tengo todo el cuerpo caliente, puede que debido al sol, pero también sé que parte de esto es por causa de Tate.

Es muy probable que Tate siquiera sepa jugar con un balón, pero sabe tan bien como defenderse que es incluso molesto. Es tan dura como una roca que nunca he sido capaz de ver algo genuinamente sentimental en ella, ni tampoco consigo imaginarlo. Chase dice que es una buena chica, que las conversaciones más interesantes las ha tenido con ella. Yo no puedo decir lo mismo, porque Tate y yo siempre estamos discutiendo. Tate, absolutamente siempre, está a la defensiva. Al principio eran sólo jugarretas porque me gustaba molestarla, pero ahora no me cabe duda de que me he ganado su odio a lo largo de todos estos meses.

-He metido la pata.

Chase se ha metido bajo el chorro de la ducha de al lado. Luego de que dice eso se mete y se empapa absolutamente todo el cuerpo, y cuando lo consigue, se quita el agua de la cara y me mira.

-La he cagado hoy.

-¿Con quién?

-Con Tate.

No me toma por sorpresa que la mencione, porque sé que llevan mucho tiempo liados. Sin embargo, lo que sí me sorprende, es que Chase diga una cosa de esas, porque Chase suele ser el que menos mete la pata entre los dos.

-¿Qué hiciste?

Chase se encoje de hombros. -Le dije algo horrible esta mañana. Estaba tan estresado por culpa de estos malditos entrenamientos y de que no me ficharan que no medí lo que dije y sé que estuvo mal.

-Seguro que le han dicho cosas mucho peores.

-Eso no quita que estuve mal.

Nunca he comprendido la fijación que tiene Chase hacía Tate. Quedó fascinado con ella desde el primer día que su padre le dio empleo en su tienda, y después de ahí, comenzaron a ser amigos, antes de que posteriormente se saltaran la fina raya. Puede que me esté perdiendo de algo, pero jamás me he esforzado por mantener una conversación de más de quince segundos que no se resuma en una plática pasivo-agresiva.

-Ya. ¿Y qué vas a hacer?

-Disculparme con ella, obviamente -se vuelve a meter en el chorro de agua y bufa-. Puede que Tate tenga muchas cosas cuestionables, pero yo realmente ni siquiera las noto.

-Es porque te gusta.

-Puede ser -mientras Chase se pasa la esponja con jabón, yo termino de ducharme y me enrollo la toalla alrededor de la cadera después.

Estoy por salir, cuando dice:

-No me extrañaría que ya no quiera ni verme.

Chase es mi amigo, así que mentiría si dijera que verlo así tan extrañamente vulnerable no me hace al menos sentir un poco de lástima por él.

-¿Tan malo fue?

No me responde, en su lugar suelta una risa que se perfectamente cómo interpretarla. Es muy parecida a un Ni te imaginas sin decirlo.

No conozco mucho sobre Tate. No sé cómo llegó a la tienda del padre de Chase ni de donde viene. Lo único que sé, es que fue bailarina exótica y que llegó, probablemente sin saberlo, a coquetear con algunos del equipo por dinero en ese club. Tate nunca viene por aquí y nuestros compañeros nunca se pasean por la tienda, quizá una vez perdida, y eso fue suficiente para escuchar parte de lo que fue su vida antes de llegar a la tienda del padre de Chase. Y a nuestra vida, porque de algún modo también está en la mía.

No sé de qué manera ayudarle a Chase, no porque Tate no tenga nada rescatable qué pueda ser mencionado, sino porque no la conozco y no estoy seguro de que tan buena persona sea para Chase. También dudo que su padre esté de acuerdo con esa extraña relación que tienen ahora y de ir más allá seria totalmente cuestionable.

Estoy completamente seguro de que Tate es una buena persona, pero su pasado no se puede tapar fácilmente ante los ojos de las demás personas, y eso es una lástima. No creo que el pasado sea algo que nos defina, pero sin duda es un detonante y una pesada y horrenda cruz que tendremos que cargar para el resto de nuestra vida.

Canción: Bad reputation - Shawn Mendes

Mientras tú me amesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora