Esta mañana, al amanecer, me he encontrado con fajos de billetes tirados por la sala y una nota:
Tómalo. Haz lo que quieras con él, pero tómalo.
Arrugué la nota con fuerza hasta clavarme las uñas en las palmas de la mano, pero luego procedí a tomar cada uno de los fajos, ponerlos sobre la mesa y contar el dinero. Me tomó alrededor de veinte minutos contarlo todo varias veces hasta estar segura de la cantidad. Luego me tomó media hora más el decidir qué hacer con él.
Finalmente lo guardé en un sobre grande para documentos y lo metí a mi bolsa para pagar mis cuentas durante el día si tenía algún hueco horario para poder ir al centro. Sorprendentemente el trabajo en la tienda ha sido pesado por hoy, así que tendré que esperar al fin de semana para deshacerme de todas mis deudas, o de la mayoría.
Es probable que nunca antes haya tenido tanto dinero junto, y que ese dinero sea de Ledger no me permite disfrutarlo del todo. No considero que este favor que no pedí cambie algo entre nosotros, así que no bajo la guardia, porque sin importar que haga esto, seguimos siendo Ledger y Tate. No tengo intención de que tome otro término.
Estoy en la caja registradora reorganizando facturas y poniendo al día las personas que han llegado a depositar esta tarde, cuando la luz se bloquea de repente y sé que se trata de Ledger.
Su cuerpo y el mío se reconocen tan rápido y con tanta agresividad que no se siente agradable.
—Estoy trabajando.
—Lo sé —dice. Cuando sigo escribiendo en las facturas me arrebata el bolígrafo para que lo mire—. ¿Lo aceptaste?
—Creí haber leído claramente que podía hacer lo que quisiera con él.
—Y yo sólo quiero saber…
—Eso incluye que no es de tu incumbencia —le arrebato el bolígrafo y vuelvo a escribir.
Su cuerpo sigue ahí, recostado al recibidor, pero no para ejercer presión sobre mí, simplemente está ahí, recostado, sin saber qué hacer porque una persona a la que acabas de liberarle un poco de su peso no debería responderte así, definitivamente.
Exhalo con fuerza, dejo el boli sobre el papel y lo miro:
—Lo hice, lo acepté. Lo usaré para pagar mi teléfono y cuentas pendientes que no he podido liberar. ¿Bien?
El entrecejo de Ledger se contrae y aprieta tan ligeramente los labios que de no prestarles tanta atención no podría notarlo. El gracias me pesa en la lengua, pero no puedo decirlo. No quiero. Esto no hace que automáticamente olvide como hemos sido todos estos meses atrás. Simplemente no me es natural.
—De acuerdo.
Se aleja del recibidor con la cabeza medio gacha y las manos dentro de sus bolsillos. Y yo no entiendo porqué comienzo a sentirme culpable a medida que se aleja de mí.
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Mientras tú me ames
RomanceEn un intento por limpiar su nombre y olvidar el infierno que vivió, Tate decide comenzar de cero. Sin embargo, todo termina derrumbándose cuando los problemas del pasado regresan. [Esto es un borrador, por lo que es posible encontrar faltas en los...