Me abotono el último botón en el ojal de la camiseta y me miro una última vez en el espejo. Sé que Tate piensa que estoy demasiado tranquilo con la idea de una cena familiar precisamente con mis padres, pero honestamente estoy nervioso, simplemente me esfuerzo para no aparentarlo por ella.
Luego de la cita con Allred, Tate se ha encerrado en su cuarto y no nos hemos visto más, ni siquiera para la cena. Hoy hemos desayunado juntos, aunque sólo fueron unos minutos porque en cuanto llegué de correr, Tate ya se estaba acabando su plato. No se fue de inmediato de la cocina, así que eso fue un buena señal. Incluso conversamos (nada que tuviera que ver con nuestra situación) mientras ella lavaba los cubiertos y yo comía las tortas de avena y banano que preparó para nosotros. Estaban deliciosas.
Por la tarde tuve entrenamiento. A la salida me encontré con Leah, la chica que era compañera de trabajo de Tate, que no pasó por alto felicitarme por nuestro compromiso. Estaba tan genuinamente emocionada que no había duda de que no sospechaba nada. ¿Será así de sencillo con los demás?
Vino a visitarla, así que me fui un poco más tranquilo de que no se quedaría sola y tendría una distracción. No tengo la menor idea de si la visita habrá sido entrada por salida, pero cuando he llegado, he visto a Tate un poco menos apagada de lo que estaba por la mañana. Tate no sale, desde que está en mi casa siquiera recibe el sol, y yo me pregunto si es que esta situación la está consumiendo. A veces está distraída, pero hace mucho que no discutimos. Ni siquiera con tanta tensión encima veo un ápice de la Tate dura y cerrada de antes.
A veces me gusta pensar que yo he logrado eso.
—¿No usarás corbata?
La voz de Tate me llega desde la puerta. Estoy todavía concentrado en las mangas, así que le contesto sin mirarla.
—Mi madre me ha insistido en que la use, pero es sólo una cena —no quiero que parezca que la cena no me da gracia. Por alguna razón me emociona, quizás porque en el fondo sé que será agradable que cenemos los cuatro—. ¿A ti como te ha ido en el salón?
Una vez en casa, me encontré a Tate insegura sobre su apariencia, dudando sobre las posibilidades de que le agrade a mis padres mirándose tan sencilla. A mí no me importa sí Tate fuera Tate y quisiera ir con sus faldas, botas y blusas cortas a la cena. No estoy interesado en cambiar algo en ella, ni tampoco tengo derecho en hacerlo, y creo que lo entiende porque no luce molesta con su ropa nueva. Sabe que no lo hago por mí, a mí me da completamente lo mismo. Una cosa llevó a la otra y le ofrecí dinero en efectivo para que fuera al salón que quisiera y se arreglara el cabello y la maquillaran. A mí me gustan sus trenzas a medio hacer, pero al parecer a ella ya no.
Afortunadamente no puso demasiados peros, y ahora ha llegado a tiempo para la cena.
—¿Por qué no me das tu opinión?
Termino con la manga al fin, y alzo la vista para encontrar a Tate. Tengo que usar toda mi conciencia y autocontrol para recordarme que la tengo enfrente, y que no puedo ser tan expresivo.
Su cabello luce tan sano y brilloso que quisiera tocarlo. Le han hecho un fleco que cae sobre su frente, pero que es lo suficientemente transparente como para todavía poder verla. Su cabello trae ondas y está un poco más corto de lo que recuerdo.
Me gustaba su estilo, sí, pero este no tiene comparación.
—Veo que eso es un aprobado —bromea. Últimamente suele hacerlo mucho, y eso me agrada.
—Aprobadísimo —le digo—. ¿Te gusta?
Sé lo complicada que es, así que no puedo evitar sentir alivio cuando asiente.
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Mientras tú me ames
RomanceEn un intento por limpiar su nombre y olvidar el infierno que vivió, Tate decide comenzar de cero. Sin embargo, todo termina derrumbándose cuando los problemas del pasado regresan. [Esto es un borrador, por lo que es posible encontrar faltas en los...