09 - Alianza

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Después de que Ladybug la dejara en tierra firme, Lila corrió a esconderse detrás de uno de los árboles del jardín que rodeaba la torre Eiffel. Se tocó la clavícula, vacía. Ya no estaba. El colgante ya no estaba.

¡¿Cómo había podido perder?! No era posible. ¡No era posible!

Ella era más fuerte, más lista, más guapa que esa bruja vestida de rojo, y aun así, cada vez que se encontraban, ella y su mascota conseguían humillarla ante todo París. Pero nunca más. La próxima vez que se viesen, Lila pensaba arrancarle los ojos y la lengua. Y a su gatito pensaba cortarle el...

Un siseo interrumpió sus pensamientos e hizo que Lila empalideciera.

Un portal se acababa de abrir detrás de ella. Y al otro lado se encontraba una figura alta, esbelta e iracunda.

―¡Hawk Moth! ―saludó Lila con un tono cantarín. Se enderezó y compuso una sonrisa enorme, como si no estuviera a punto de mearse de miedo ante la visión de una ira tan ferviente como la que emanaba de Hawk Moth en aquel momento.

―¡¿Qué ha pasado?! ―bramó él.

Lila se estremeció. Tanto enfado a punto de ser descargado sobre ella... no era bueno. Sin embargo, fingió inocencia.

―¡No lo sé! ―gimoteó, como si de verdad no comprendiera lo que acababa de pasar―. Me dispararon algo, no sé lo que era, ¡que destruyó el miraculous! Pensaba que solo el cataclismo podía hacer eso. ¿Por qué no me dijiste que había otro poder capaz de derrotarme? ¿Por qué no me avisaste?

Hawk Moth rechinó los dientes. Si esa chiquilla pensaba que podía cambiar las tornas a su favor con mentiras y engaños, estaba muy equivocada.

―Eso era el cataclismo ―le espetó. Luego habló para sí―: Chat Noir debe de haber evolucionado sus poderes... Y si ha conseguido el Disparo Cataclismo, ¿quién sabe qué más habrá descubierto?

Miró fijamente a Lila. Pese a hacerse la loca y pese intentar culparlo a él por sus errores, percibía un profundo odio dentro de ella, más intenso que cualquier otra emoción negativa que existiese en París. El potencial de ese odio era enorme, aunque la propia Lila no fuese más que una serpiente traicionera. Así que decidió darle otra oportunidad.

―Has sido descuidada ―le dijo―. Has subestimado a nuestros enemigos. Espero que no cometas el mismo error dos veces.

La máscara de niña desvalida desapareció del rostro de Lila. En su lugar, apareció el demonio sin escrúpulos que se escondía debajo.

―No te decepcionaré, Hawk Moth.

Hawk Moth le tendió una mano. Lila la cogió y se internó en el observatorio con él.

Ladybug y Chat Noir se habían alejado de la marabunta y se habían escondido ―más o menos― en un tejado anónimo de París

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Ladybug y Chat Noir se habían alejado de la marabunta y se habían escondido ―más o menos― en un tejado anónimo de París. Ladybug no había querido reparar el miraculous del zorro a la vista de todos. ¿Y si Hawk Moth aparecía con el miraculous del caballo y se lo quitaba de las manos?

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