21 - Canción I

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Era la primera vez que Hawk Moth conseguía invocar dos akumas al mismo tiempo; Duusuu le había intentado explicar el por qué, pero solo consiguió decir "Segunda Ev..." antes de que sus palabras se convirtieran en burbujas.

Justo por eso Hawk Moth había dado su victoria por hecho. Al fin y al cabo, ¿cómo iban Chat Noir y Ladybug a enfrentarse a dos akumas a la vez? Dos miraculous akumatizados, por encima.

Y sin embargo, perdió.

Así que cuando sintió que su dominio sobre Chloe Bourgeois se rompía, tomó una decisión. Porque Hawk Moth podía prescindir de un miraculous, pero no de tres, especialmente si entre ellos estaba el de la serpiente.

En aquel momento Natalie se encontraba unos pasos detrás de él, siguiendo el curso de la batalla gracias las cámaras de tráfico que había hackeado y cuyo vídeo se reproducía en su tablet. Cuando vio el antifaz violeta sobre los ojos de Chloe Bourgeois estallar en mil pedazos, contuvo el aliento y alzó la mirada hacia su jefe, que ya se había girado hacia ella.

—El del dragón —fue lo único que dijo Natalie.

Pese a la urgencia de la situación, Gabriel vaciló. Temía empeorar el estado de salud de su asistente si la dejaba volver a usar un miraculous, pero la determinación de Natalie era inquebrantable. Así que Gabriel no tuvo más remedio que asentir y dirigirse hacia la mesita que habían instalado en el observatorio.

Sobre la mesita había un maletín, normal y corriente en apariencia, pero en realidad Gabriel lo había encargado a propósito para proteger los miraculous. Era de acero reforzado y tenía un lector de huellas dactilares en la cerradura, sobre el que Gabriel no tardó en presionar su dedo —después de de-transformarse, claro.

Gabriel Agreste tomó el mono, el caballo, la tortuga y por supuesto la mariposa, mientras que Natalie tomó solo el dragón. (No podía arriesgarse a usar más de uno debido a su débil estado de salud.)

A continuación, Hawk Moth invocó su poder. Una mariposa negra aleteó sus alas hasta la gargantilla del dragón, corrompiéndola con su poder oscuro.

Natalie fue envuelta por una nube de burbujas moradas, y cuando estas se disiparon, lo que ocupó su lugar fue el akuma más poderoso que hubiera nacido jamás.

Más poderoso que Ophidia, más poderoso que Miracle Queen, más poderoso que Contraataque.

Porque el sentimiento que alimentaba el akuma —aunque Gabriel no lo sabía porque nunca había invadido la privacidad de Natalie leyendo sus emociones— era nada más y nada menos que el amor.

Amor.

El amor nos convierte en monstruos.

En el caso de Natalie, literalmente.

Mientras ella abría y cerraba sus garras para acostumbrarse a ellas, Hawk Moth la miraba, los ojos muy abiertos pero los labios fruncidos en una fina línea. Trató de que no se mostrara en su expresión, pero no pudo evitar pensar que la criatura que tenía delante, bestial aunque humanoide, era hermosa.

Tan peligrosa, tan brutal...

Era lo más majestuoso que había visto nunca.

(Bueno, con excepción de su esposa Emilie, por supuesto...)

Sin embargo, se reservó su opinión para sí mismo. Se limitó a asentir con aprobación y luego invocó el poder del caballo para crear un portal que los llevara directamente hasta el Arco del Triunfo.

 Se limitó a asentir con aprobación y luego invocó el poder del caballo para crear un portal que los llevara directamente hasta el Arco del Triunfo

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