EL MANDALORIANO

1.7K 79 11
                                    

En una galaxia muy, muy lejana...

Era un día como cualquier otro en Arvala-7. El sol azotaba el árido monte y el viento movía mi cabello. Alimentaba al Blurgg mientras tarareaba esa antigua tonada que se negaba a abandonar mi cabeza desde que tengo memoria.

Kuiil no debería tardar en volver, si no es que lo había echo ya. Le tocaba hacer la cena, mientras yo atendía el extenso cultivo. Solo que hoy se había demorado al ir a investigar el pequeño disturbio de una nave aterrizando no muy lejos de aquí.

Lavé mis manos y acomodé mi cabello por detrás de las orejas caminando a la casa principal donde he vivido los últimos años. Era un planeta espectacular, se respiraba paz y armonía casi todo el tiempo. Amaba residir aquí.

Al acercarme pude notar como un par de voces salían de la casa; una era de Kuiil, pero la otra era desconocida.

Entré con prisa y curiosidad solo para encontrarme con un simple Mandaloriano, sentado en mi pequeño banco que utilizaba para comer.

-Ah! Hola.-saludé alegre sacudiéndome el polvo, mientras el asentía con su cabeza cubierta por ese cromado y pesado casco de Beskar que su gente solía utilizar.-Otro caza-recompensas Kuiil?

-Así parece.-respondió el anciano, mientras yo me servía un vaso de agua fresca que recolectamos muy en la mañana.

-Es tu hija?.-cuestionó el Mandaloriano. Claramente aquellos dos no eran de la misma especie, obviamente. Pero si algo tenía claro el Caza-recompensas es que la familia iba mucho más allá de los lazos de sangre.

-Como si lo fuera.-respondió el Ugnaught, afirmando los anteriores pensamientos del Mandaloriano.

-Me llamo Namla.-me presenté de forma educada.-Supongo que vienes por lo mismo que los demás. Espero que tú corras con mejor suerte.

-A que te refieres?.-indagó el hombre.

-Todos están muertos.-suspiré tomando asiento delante de él.

-Como lo sabrías?.

-Porque Kuiil los ayudó.

-Entonces, como que ya no me apetece tanto su ayuda.

-La quieres.-le aseguró Kuiil, situándose frente a él.-Te puedo mostrar donde esta el campamento.

-Cuanto quieres?.-cuestionó el Mandaloriano, buscando saber si podían llegar a un buen trato.

-La mitad.-respondió el pequeño Ugnaught, ocasionado una gran sonrisa en mi rostro. Amaba cuando respondía de esa forma, confundiendo a todo el mundo.

-La mitad de la recompensa por guiar me parece mucho.

-No. La mitad de los Blurgg que capturaste.-aclaró Kuiil.

-Los Blurgg? Puedes quedarte los dos.

-No. Necesitarás uno para montar. El camino es imposible de pasar sin montar un Blurgg.

-No se como montar un Blurgg.-aclaró el Caza-recompensas.

-No se hable más.-concluyó Kuiil, mientras yo no para de mirar al Mandaloriano con una enorme sonrisa en mi rostro. Esto sería muy divertido. Nunca antes visto. O al menos para mí. Jamás habia visto a uno de ellos.

 Jamás habia visto a uno de ellos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
NAMLA  //The Mandalorian//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora