NAMLA //The Mandalorian//

AHSOKA TANO

-Así que, esto es Corvus...-murmuré al bajar de la nave. Era un sitio pantanoso, húmedo y deprimente. Como alguien podía vivir aquí?.-No parece un sitió agradable a simple vista.

-Lo sé. No hay mucho que ver por aquí.-respondió cargando al niño que insistió en bajar la rampa por si mismo.-Jamás he tratado con un Jedi antes.

-No creo que tenga nada de especial. No dejan de ser personas. Sangran como cualquiera.-le quité importancia al próximo encuentro que Mando tanto idealizaba.

-Lo dices con mucha seguridad. Haz conocido alguno?.-indagó curioso.

-En Arvala-7? Claro que no!.-negué de inmediato.-Tú viste lo que había ahí. Un montón de Blurrg's y polvo. Mucho polvo. Tanto que te carcomia la piel.

-Entonces, como sabes tanto sobre ellos?.-me preguntó cuando echamos a andar rumbo al pueblo con paso ligero.

-Hay muchas historias por la galaxia.-le expliqué.

-Esa no es un respuesta concreta.-presionó.

-Lo es para mi.-concluí ajustando mejor mi capa y colocándome la capucha que escondía mi rostro y cabello a la perfección.

-Ocurre algo?.-continuó al verme tan cubierta.

-Hace un poco de frío.-murmuré guardando incluso mis manos. Estaba nerviosa pero jamás lo confesaría.

-Seguro.-respondió un poco confuso sintiendo el intenso bochorno a su alrededor por culpa de la gran humedad del planeta. Él no sentía ni un ápice de frío.

-Mira! Ahí esta la puerta.-señalé con el dedo la sencilla muralla color gris verdoso como todo en este planeta.

-Que es lo que quieren?.-nos cuestionó un hombre desde arriba junto a otros dos guardias.

-Hemos estado rastreando un par de días, deseamos hacer una escala.-mintió sin mentir.

-Linda armadura.-elogió con fingida diplomacia.-Son cazas?

-Así es.-afirmó Mando.

-Sindicato?

-Hasta donde sé.-respondió apacible.

-Pasen.-finalizó abriendo la reja de la ciudad. No lo hicimos esperar y avanzamos entrando al dichoso pueblo.

-No se ve muy acogedor y tampoco parecen amistosos.-susurré apenas recorrimos dos míseros metros. La gente se veía..."sofocada" por decirlo de un modo agradable.

-Parece ser, que el gobierno actual no es el mejor.-respondió.

-Y que lo digas.-murmuré al ver los tipos de animales que tenían enjaulados para consumo humano. La situacion daba pena.

-Disculpa comerciante...-se dirigió a una mujer de avanzada edad, pero esta lo ignoró antes de que terminara de hablar.-Haz oído de alguien que...

-Bueno...tampoco son parlanchines.-agregué al observar como todos aquí parecían rehuirnos.-Era de esperarse.

-Oye tú!.-Mando probó suerte con un hombre y dos niños.-Necesito información.

-Por favor, no hable con ellos, ni con nadie más aquí.-nos pidió de forma amable, pero con un atisbo de nerviosismo. Que extraño. Porque no podrían hablar?. Comenzaba a creer que lo tenían prhoibido. Sera eso posible?.

-Mira, solo necesito saber...

-La Magistrada quiere verlos.-nos interrumpieron dos guardias con modulador de voz.

Mando no dijo nada más, no queriendo meter al hombre amable en problemas, así que simplemente dejó que ambos guardias nos escoltaran rumbo al palacio principal, decorado con seis pilares eléctricos de tortura al entrar. Lo peor de todo, es que tres de ellos estaban ocupados.