THE FROG MOM

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Mando aceleró el Speeder luego de pasar una peligrosa curva. Me aferré mas a su cintura al sentir como el viento golpeaba mas fuerte contra mi cuerpo.

Casi llegabamos a la ciudad principal de Tatooine. La mas grande de todas. Ambos soles estaban en toda su plenitud marcando el inicio del medio día. La peor hora para estar en el exterior.

Ansiaba llegar con Peli y contarle todo lo sucedido. Pero ese deseo se vio interrumpido cuando el Speeder volcó de forma repentina y violenta, ocasionando que todos saliéramos disparados en sentidos contrarios.

Mi cuerpo no paró de rodar hasta chocar contra una de los rocas del lugar. Afortunadamente, logré cubrir mi cabeza a tiempo con mis brazos que bloquearon el fatal golpe.

Levanté mi vista borrosa por culpa de la dichosa arena que entró en contacto con mis ojos. Mando ya se encontraba luchando contra dos de los culpables de este accidente.

Ambos delincuentes blandían armas, pero eran torpes, sus golpes eran erráticos. No duraron mas de un minuto contra la experiencia de un guerrero Mandaloriano.

Lo que realmente fue alarmante, era que el tercero de ese grupo tenía al bebe como rehen amenazándolo con una navaja. La preocupación se apoderó de mi, haciéndome levantar ignorando lo adolorido de mis huesos.

-Espera! No lastimes al niño.-pidió Mando al ver la situación tan precaria.-Si le haces tan solo un rasguño, no habrá lugar donde puedas esconderte de mi.-le advirtió, mientras mis pasos se volvían lentos para no alarmar al ladron. No quería que intentara hacer algo contra el pequeño al malinterpretar mis acciones.-Podemos llegar a un acuerdo. Hay cosas de valor en estos restros. Elige lo que quieras, pero deja al niño en paz.

Aquel Jawa renegado señaló el Jetpack de Mando sin dudarlo.

Mi acompañante aceptó y colocó el aparato de vuelo en el suelo. Despues, el pequeño y ambicioso delincuente me señaló haciendo enfasis en mi cuello. Claramente no estaba satisfecho con una sola cosa.

Miré en dicha dirección notando que lo que deseaba era mi colgante que había recuperado gracias a la Herrera.

Obviamente lo deseaba. Quien no lo haría?. Era Beskar puro con un piedra preciosa. Le darían muchos creditos por el. Podría incluso retirarse y vivir una buena vida libre de preocupaciones.

-Esta bien.-dije quitándomelo con suma rapidez y colocandolo encima del Jetpack de Mando. Claro que me importaba el collar, pero el niño era mas importante para mi. Despues de todo, el pequeño era un ser vivo que adoraba y aquella joya solo era un recuerdo mas de una vida trágica desvanecida en mi memoria.

El Jawa nos hizo unas señas para que retrocediéramos. Seguimos sus instrucciones y aquel Jawa liberó al menor que corrió hacia nosotros. Lo alcé de inmediato entre mis brazos, sintiendo paz al tenerlo a salvo conmigo mientras el ladron tomaba las cosas del piso.

Cuando él Jawa cargó con todo, comenzó a correr lejos de nuestra dirección, pero Mando no perdió el tiempo y activó su JetPack desde la distancia, haciendo que él ladron cayera desde una gran altura a un par de pasos por delante de nosotros. Eso no lo mataría, pero estaría inconsciente por un par de horas.

-Como podría sorprenderme?.-murmuré al ver a Mando avanzar y recoger nuestras pertenencias del suelo. El me extendió mi cadena y yo sonreí negando con la cabeza. Nadie podía róbale a un Mandaloriano.-Gracias.-le dije tomando el collar y sintiendo por fin el dolor en mi brazo cuando la piel se restiro de forma dramatica. Ni siquiera había reparado en la gran cantidad de diminutos raspones que ostentaba toda mi extremidad.

-Estoy bien pequeñito.-le dije al menor que estiraba su manita en mi dirección con toda la intención de curarme.-Son solo unos raspones. Aquí lo único que no tiene arreglo es ese Speeder.-pronuncié al ver los pedazos que quedaban de dicho vehículo en llamas.

NAMLA  //The Mandalorian//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora