Oscuridad. Todo era oscuridad y muerte para mi.
Atrapada entre el filo del sufrimiento y la asfixia de la desesperación.
Hasta hace poco estaba segura de que nada de esto era real.
Pero ahora...todo mi alrededor se había fragmentado. El dolor no me permitía distinguir que recuerdo era verdadero o cual no.Pero de pronto...
Ahí estaba él, como siempre lo había estado.
Pero esta vez era tan diferente...Era la luz en medio de mi oscuridad.
Se había convertido en eso a un gran costo.
Un sacrificio que pocos podían ser capaces de llevar a cabo.
Mi vista se volteo en dirección contraria a su persona de forma instintiva. Pero sus manos cálidas regresaron mi cara en su dirección.
Fue asi como se volvió inevitable...
Mis ojos y manos inspeccionaron su rostro a detalle. Cabello rizado, suave y castaño. Ojos cafés...ceja poblada y labios medianos de boca no muy grande. Una incipiente barba nacía en su rostro. Mis dedos no lo soportaron más y acariciaron aquel vello facial con suavidad. Eso le hizo dar un respingo.
Estaba a punto de alejar mi mano, pero él se inclinó contra ella buscando una caricia. Que no me negué en llevar a cabo aunque de forme torpe. Parecía una utopía el sentir sus labios besar tímidamente el dorso de mi mano. Tanto que mis pulmones se quedaban sin aliento.
-Din Djarin...-murmuré con la voz rota por completo.-En serio eres tú?...
-Lo soy.-respondió quedo, mientras mis ojos se volvían a llenar de lágrimas y mi labio inferior temblaba sin intenciones de calmarse. Todo esto me descolocaba.
-Tranquila...-susurró con su voz tan natural y mucho más cálida sin el modulador del casco. Su pulgar limpió mis lagrimas y recargó su frente contra la mía. -Tranquila...ya te tengo. No volverán a lastimarte.
-Porque lo haces?...Van a expulsarte.-me preocupé por él sabiendo lo que esto significaba.
-No me importa. No me importa el credo, ni Mandalore, ni mi vida. Los sacrificaría todo cuantas veces sean necesario por mantenerte a salvo. Por cuidar de la mujer que amo.-respondió lleno de seguridad.
-Din...-fue lo único que pude pronunciar. Me lancé hacia él rodeándolo con mis brazos y enterrando mi rostro en su cuello. Descubriendo el olor de su piel tan singular mezclado con el aroma a Beskar.
Él respondió mi abrazo y acarició mis cabellos, sintiendo alivio de estar juntos otra vez. Y ahora con nuestros sentimientos al descubierto.
-Te sacaré de aquí.-apremió rompiendo el abrazo muy a su pesar.-A ti y al niño.
Yo asentí y él acarició mi rostro una última vez antes de colocarse el casco y sus guantes otra vez. Seguido de ello, me levantó del suelo sin problemas y comenzó a caminar conmigo a cuesta fuera del laboratorio.
-El niño...dijeron que estaba cerca.-murmuré observando a mi alrededor con la poca fuerza que tenía.-Ahí...es el área de celdas. Deben tenerle en ese sitio.
-Andando.-pronunció acelerando el paso. Pero en dicho sitio de aislamiento, Moff Gideon ya esperaba dentro. Amenazaba al niño esposado con el Dark Saber sin contemplaciones. Mando avanzó unos cuantos pasos hasta entrar en la celda y bajarme en la puerta de esta para que pudiera sostenerme, pero fue en vano.
Intenté mantenerme en pie, pero mi cuerpo terminó por deslizarse hasta el piso donde pude apoyar mi espalda contra la pared. Aun estaba muy mareada por la perdida de sangre.
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NAMLA //The Mandalorian//
Fiksi PenggemarSi había que describir con seis palabras a la mujer frente a sus ojos, sin duda serían....extraña, intrigante, misteriosa, pero tambien hermosa, valiente y muy compasiva. Cualidades que lo atraían sin piedad alguna. Asi que sin importar cuan extens...