VEN CONMIGO

526 52 1
                                    

A la mañana siguiente, Ahsoka comenzó a hacerle pruebas al niño a la vieja usanza, pero Grogu no parecía cooperar mucho. Al parecer no había despertado de buen humor.

-Siento mucho temor en ti.-pronunció Tano sujetando la pequeña mano del niño, luego de que se negara a obedecerla.-Escondió sus habilidades para sobrevivir estos años. Intentemos otra cosa.-continuó ella.-Tú, el padre. Ven aquí. Intenta conectar con él. Asi te obedecerá.

-Sería la primera vez.-le advirtió Mando.-El no suele escucharme.

-Me gustan las primeras. Buenas o Malas siempre son memorables.-insistió Ahsoka colocando la piedra en su mano.-Ahora dile que la levante.

-Escucha niño, levanta la piedra.-le ordenó con muy poco tacto. A lo que Ahsoka le recordó el nombre del bebé para que interactuaran mejor.-Grogu...adelante, toma la piedra.-pero no fue así. El niño solo resopló y miró al piso, mientras Mando arrojaba la roca por igual.-Te lo dije, es obstinado.

-Y de quien crees que lo aprendió?.-dije risueña, aun recargada contra una piedra gigante observando todo el panorama. En cambio, Mando solo bufó como respuesta.-Porque no intentas con algo mas íntimo? Algo que los conecte a ambos.

Mando se lo pensó por un instante, hasta que decidió sacar la pequeña bolita de metal (anteriormente de la palanca del Razor Crest) con la que tanto jugaba el niño.

-Grogu...la quieres?.-le mostró dicho juguete.-Pues adelante. Eso es, tómala. Vamos...-insistió y está vez lo logró. El bebé levantó su mano y atrajo la bola hasta sus manos.-Bien echo! Bien hecho niño!.

Mando festejó y se emocionó, preguntando si habíamos visto eso, mientras felicitaba al niño. Era una escena muy conmovedora.

-Formó un fuerte apego hacia ti.-fueron las primeras palabras de la Jedi. Conociéndola, ya podía intuir en que acabaría esto.-No puedo entrenarlo.

-Que?.-preguntó Mando levantándose de golpe, para encararla. La negación de la Jedi, no estaba en sus planes.-Porque no? Ya viste lo que puede hacer!.

-Su apego hacia ti, lo vuelve vulnerable a sus miedos. Su enojo.-le advirtió.

-Con mayor razón hay que entrenarlo.-insistió.

-No. Vi lo que esos sentimientos le hacen a un caballero Jedi entrenado. Aun a los mejores.-enfatizó con pesar.-No iniciaré a este niño por ese camino. Es mejor que sus habilidades desaparezcan.-concluyó dándose la vuelta intentando zanjar el tema.-Ya voy retrasada. Tengo que volver al pueblo.

-La magistrada me envió para matarte!.-Mando la detuvo.-No acordé hacer nada. Y te ayudaré con tu problema, si te encargas de que Grogu reciba el entrenamiento.

-Bien...-aceptó ella luego de pensárselo unos segundos que parecieron eternos.-Deja al niño en la nave, será peligroso para él.

-Claro.-respondió cargando al pequeño verde. Él aguardó por mi, esperando que lo siguiera, pero mi vista se fue involuntariamente hacia Ahsoka. Ella me sonrió he hizo un ademan de cabeza en señal de que lo siguiera. Pero no lo hice. Ahora que inevitablemente nos reencontramos, quería estar con ella, antes de que ambas tomáramos caminos separados otra vez.

Mando lo entendió he incluso Grogu, que se despidió con su pequeña manita antes de que siguieran su camino rumbo al Razor Crest sin ninguna objeción.

-Así qué...-comenzó a decir Ashoka de forma pícara.-Él y tú...

-No por favor, ya es suficiente con Cara Dune insistiéndome con eso!.-me quejé avanzando a paso lento a su lado.

-Lo siento. Pero se ven bien juntos. Tenía que hacer esa observación.

-El me gusta.-le confesé directa.-Y se lo dije justo anoche. Aun no me responde, no ha habido un momento. O tal vez sea solo una escusa.

NAMLA  //The Mandalorian//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora