Fujitaka se empujó los lentes cuando se le resbalaron por el puente de la nariz y continuó ante la expresión sorprendida de Sakura.
—Me enteré por Reed, que Hien Li le había dicho que su hijo también estaba hechizado y que Nadeshiko lo había hecho. Sabía que Hien no dejaría salir a su hijo y que entonces el hechizo que Yuuko había puesto sobre ti, no se rompería nunca. Sabiendo que Reed odiaba a Hien, le dije que debía prometer a Tomoyo con él para asegurarse de que el príncipe estuviese disponible para casarse contigo cuando te encontrásemos; le dije que luego de que él se casara contigo, moriría y por ley, el reino de Nader estaría en manos de Reed. Yo estaba seguro de que la única manera de que el príncipe saliese del castillo... sería obligándolo a casarse con alguien más; sabiendo que la unión que tenía contigo era tan fuerte... sería imposible que su cuerpo aceptase la idea de entregarse a otra persona. Lo único que debía hacer era forzar las cosas... sabía que tarde o temprano él te encontraría y te encontró... mucho más rápido de lo que esperaba.
—¿Solo nos usaste entonces?
—Soy consciente de ello.
Ella inspiró con un respingo y frunció el ceño.
—También usaste a Touya.
—Necesitaba a alguien que me fuese fiel y trabajase para mí. Cuando lo encontré... la idea era esa, pero... me relacioné tanto con él que terminé considerándolo como mi propio hijo... aunque nunca se lo dije.
—¿Por qué los traicionaste?
—Al pasar los años supe que el príncipe de Nader seguía cautivo. Estaba preocupado por el hecho de que no pudiese encontrarte a tiempo, así que tuve que... uní a Touya y a Tomoyo deliberadamente al traerlo a trabajar aquí. Sabía que ella tenía sentimientos por él desde que se habían visto cuando eran niños. Luego le dije a Reed lo que había pasado con ambos y convencí a Tomoyo de ofrecer sus recuerdos a cambio de liberar a Touya y contratamos a un hechicero de magia prohibida. Le quitó sus recuerdos e hizo la cláusula especial que decía que la princesa solo podría recuperar sus recuerdos si pasaba una noche con el príncipe. Se lo hicimos saber al rey Hien con la intención de que la información llegara al príncipe. Reed supo que eso sería conveniente para hacerlo salir por fin de su cautiverio; yo sabía que Xiao Lang Li haría hasta lo imposible para escapar de ese destino y, al salir... te encontraría.
Sakura miró a Shaoran sin comprender cuál era la razón por la que no estaba molesto con Fujitaka.
—Hice cosas que no fueron correctas y lo sé, pero no había manera de deshacerme de Reed sin ti. No podía asesinarlo porque los emisarios tienen contratos que les impiden lastimar a sus protegidos y tampoco quería hacerlo porque perdería la oportunidad de eliminar a la forjadora y de encontrar a Nadeshiko.
—Qué egoísta...
—Quizá sí, pero cualquier otro buscaría la manera de controlarte y no de ayudarte a deshacerte del alma de la forjadora. En cuanto encontremos a tu madre, sepamos las palabras y eliminemos a Reed... entonces te ayudaré a deshacerte de ella. Lo prometo.
—¿Cómo sé que puedo confiar en ti? —susurró la muchacha.
—No lo sabes. Debes seguir tu instinto.
Sakura lo miró analíticamente. Estudió sus rasgos y suspiró.
—¿Touya...?
—Él esta bien.
—¿Qué hay de Tomoyo?
—No podemos decirle. Tomoyo debe seguir pensando que él está muerto porque estoy seguro de que si se entera, hará lo posible para quedarse... y la necesitamos fuera de esto. Necesitamos que ella se vaya porque muchos de los hombres de Reed la acompañarán hasta la frontera y eso lo hará debilitarse.
ESTÁS LEYENDO
La forjadora de bestias
РазноеY el príncipe y la princesa vivieron felices por siempre, pero... ¿y si el príncipe se enamorara de la bruja?