La forjadora de bestias

Dolorosa traición

N/A: Hola a todos, gracias por seguir por aquí. Antes de continuar quiero decirles que esperaba sus comentarios acerca del dragón, me hicieron mucha risa. Igual y no tienen una idea clara de por qué utilicé al dragón. Durante la historia, podrán ver a diferentes personajes mitológicos que elegí e intenté que fueran de diferentes culturas y tipos porque me gusta la variedad jajajaj. Shenlong, en la mitología asiática, es el dragón que controla el agua y el viento. Espero reciban a las siguientes criaturas con emoción. Besos.

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La mesa de metal comenzó a brillar mientras se calentaba bajo su mano. Fujitaka se volvió con expresión molesta y sus cejas se fruncieron al ver lo que ella intentaba. Shaoran corrió en ese momento hacia él con la daga en alto y Fujitaka se percató de ello de reojo, se movió rápido y evitó el ataque de la daga con el antebrazo, que terminó herido en el proceso. Con un rugido de furia, lanzó de nuevo a Shaoran por los aires y éste cayó en el suelo rodando hasta chocar con el ventanal; aún así, su velocidad no era tal para romper el enorme cristal y solo se golpeó la espalda nuevamente.

—Carajo —susurró y se incorporó otra vez.

—¡Basta ya! —exclamó el hombre y sujetó ambas manos de la joven, pero el trabajo ya estaba hecho y lo que había sido una plancha de metal hacía pocos segundos, se elevó ante sus ojos, líquida, en el aire, mientras brillaba y comenzaba a tomar forma de un dragón del tamaño de dos humanos.

Fujitaka maldijo en voz baja y sujetó a Sakura para alejarse con ella del dragón quien, molesto, miró al hombre por debajo de sus enormes y tupidas cejas y avanzó batiendo sus alas tan rápido, que la ráfaga de viento movió plantas y objetos por doquier; Shaoran incluído, quien se colocó rápidamente tras una viga al ver que un enorme tronco iba hacia él.

—¡Suéltame, desgraciado! —exclamó Sakura—. ¡Aqua!

Shenlong, cuyos poderes eran el viento, el agua y las nubes, reaccionó de inmediato abriendo la boca ante la orden de su ama. Dos enormes olas que parecían desafiar la gravedad, salieron del cuerpo del ser y viajaron directo hacia Fujitaka, quien se movió rápido para evitarlas brincando hacia el otro extremo del enorme invernadero, con la muchacha.

—¡Deja de hacer tonterías, niña! —le gritó con molestia.

Shaoran observó que el dragón se había quedado rezagado; cuando advirtió que su dueña y su captor estaban del otro lado del lugar, se giró y voló hacia ellos. El muchacho salió de detrás de la viga para encontrarse con el dragón y brincó a tiempo para sujetarse de la cola escamosa.

El ser ni siquiera se percató de ello pues toda su atención estaba centrada en el hombre que mantenía a su dueña contra un muro. Fujitaka maldijo de nuevo para sus adentros; la soltó cuando el dragón llegó hasta ellos y llevó una de sus patas delanteras hacia él con la intención de aplastarlo. Se teletransportó hacia la parte de atrás del dragón y Shaoran lo interceptó, saltando de la cola y golpeándole en el abdómen con el puño; sacó la daga rápidamente de su funda y la llevó directo al corazón del hombre, pero Fujitaka ya estaba preparado y se teletransportó tras el muchacho pateándolo en las corvas. Shaoran cayó al suelo y la daga se le escapó de las manos. Rodó cuando notó que la cola del dragón se movía hacia Fujitaka y hacia él y supo que quería golpearlos con ella. Sujetó la daga en el camino y volvió a ponerse en pie pasándose el dorso de la mano por el labio inferior que estaba roto y sangraba.

Fujitaka se enzarzó en una pelea con el dragón, manteniendose lejos del suelo para evitar su cuerpo y moviéndose rápido para evadir sus ataques. Shaoran estaba a varios metros de distancia de Sakura, quien, junto al muro, miraba sorprendida al dragón. Era como si perdiera parte del control de su persona cuando invocaba a las bestias.