―Nada de lo que debas preocuparte ―respondió Ganesha y se apartó de su amigo.
―No parece que no pasa nada.
―Estábamos hablando del futuro, nada más.
―¿Es porque estás embarazada?
―¿Cómo lo sabes? ―interrogó alarmada.
―Porque se te nota, el único que no lo ha notado es Luis, ¿se lo dirás?
―No lo sé, todavía no sé si decirle o no.
―Me refería a si se lo dirás ahora... Porque si no se lo dices tú y pretendes irte sin decirle que va a ser padre, se lo diré yo.
―No tienes derecho.
―Luis es mi amigo, más que eso, es como un hijo, no voy a permitir que le hagas daño de esta manera, él tiene derecho a saber.
―¿Y si no quisiera tener a este bebé?
―Él tiene derecho a saber y tiene derecho a decidir también.
―¡Es mi hijo y es mi cuerpo!
―Es hijo de Luis también y, si no lo quieres, tenlo y entrégaselo, estoy seguro de que él será muy capaz de cuidarlo.
―No tienes ese derecho...
Por primera vez, Tomás vio llorar a Ganesha, ellos siempre se habían llevado algo mal, con una relación tirante.
―Ganesha, dile la verdad, Tomás solo se preocupa por Luis ―intercedió Giancarlo.
―¿Qué verdad?
Ganesha lloró con más ganas.
―Ella tiene miedo de contarle y que la rechace, no fue algo planeado, ella se olvidó las pastillas... ¿Me vas a creer que ni siquiera han hablado de lo que piensan sobre los hijos, la familia, el futuro?
―Luis piensa que ella no es de las que se comprometen, espera que sea para siempre, pero sabe que algún día ella se irá, aburrida de esta vida y él volverá a quedar solo.
―¿Tan mala me veo?
―No mala, libre; el problema es que eso cambió con tu embarazo y él debe saberlo, si no quieres seguir con él, bien, pero no puedes negarle la posibilidad de saber que será padre.
―Tengo miedo, no quiero ver la decepción en su cara, no quiero que me vea con desprecio por no cuidarme como corresponde.
―¿Crees que hará eso? ¿Tan poco lo conoces? Él te ama, Ganesha, y tiene tanto miedo como tú a que esto sea el final de su historia.
―Tú estarías feliz de que así fuera, nunca me has tragado.
―Sinceramente, antes sí. Luis siempre ha querido salir de esta vida, le gusta, pero preferiría establecerse, formar una familia, tener hijos, un trabajo, lo tenía por una chica con la que estaba ilusionado pero no funcionó, y llegas tú, con este aire de chica mala, libre, que no se ata, que vive la vida al límite siempre... Y no, no sentía que eras parte de la vida de Luis, él quería algo serio y tú solo querías jugar, yo sabía que, tarde o temprano, Luis sufriría por tu culpa y no quería que eso pasara, ya sabes, uno querría sacar cada piedra del camino de los hijos y, como te dije, Luis es como un hijo para mí o un hermano menor.
Ganesha seguía haciendo pucheros.
―¿Qué vas a hacer?
―Yo no sé hacer otra cosa, también quisiera parar, pero en mi caso es más difícil, no sé hacer otra cosa.
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Seguirás siendo mía (Posesión parte 4)
Любовные романыLas cosas en las familias Medero y Arriagada se supone que están bien. Después de que Verónica muriera a causa del disparo de Nicole y de que Esteban se recuperara milagrosamente, esperan que las cosas marchen bien, el problema es que con Klaus en e...