.____ᴇʀᴇs ᴍɪ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴀᴍɪɢᴏ (Héctor Helio/Rococo Urupa y tú)

𓆩29𓆪

𓆩Héctor/cuando apenas tenía 10 años𓆪

—¡Héctor, bájate de ahí...! —.

Lily me observaba desde abajo de aquel árbol con temor, pero no logró convencerme de buscar la ayuda de algún adulto, al fin y al cabo yo solito podía ayudar a aquel gatito a bajar del árbol.

—En serio baja... ¡No quiero q-quiero que te hagas daño...! Por favor... —.

Ignoré un tanto las palabras de Lily, a pesar de eso logre atrapar al gato y mantenerlos entre mis brazos.
Sonreí satisfecho al ver como el gato ronroneaba contento de haberlo rescatado.

—¿Ves? —le dije a Lily mientras señalaba al gato que tenía entre mis brazos— No ha sido para tan-... —.

De pronto, mi cuerpo se resbaló de aquella rama, y comencé a caer, entonces... Lily tenía razón.

𓆩Actualidad𓆪

—¡¡LILY!!, ¡¿Estás aquí?!... —.

Corría saltando algunos escombros y mirando en cada casa por la que me cruzaba.
El pueblo lo estaba completamente desolado y apenas quedaban casas en pie, todos los hogares de las personas de los alrededores habían sido devastados por culpa de esos maleantes.
Apuesto a que alguno de mis compañeros había salido en mi busca y en la de Lily...

Seguí caminando por alrededor de dos minutos y por cada segundo que pasaba más era la desesperación que corría por mis venas...

—¡Lily...! —dije dejando de correr— ¡Por favor, contesta..! —exclamé con mi voz a punto de romperse—.

Todo se quedó en completo silencio.
¿Dónde se encontraba? ¿Estaba a salvo...? ¿Había salido herida...? ¿O...?

No aguanté ese nudo en mi garganta y comencé a derramar lágrimas de dolor y frustración.

—¡¿DÓNDE ESTÁS...?!—.

Mis sollozos comenzaban a hacer cada vez más ruido, pero me daba igual, necesitaba liberar mis sentimientos...

Sin embargo, un rayo de esperanza me iluminó...

—Scof... Scof... —.

Escuche una débil tos en una casa a varios metros de donde me encontraba...
Limpie mis lágrimas con mis manos y sin pensarlo dos veces me acerqué a toda velocidad al interior de la casa.

La casa estaba repleta de muebles rotos y algún que otro escombro pero, por suerte, no la habían demolido...
Y debajo de una mesa, la encontré...

—¡Lily, dios mío! —Me acerqué a su dirección y la tomé entre mis brazos— ¿Te encuentras bien...? ¿Estas herida?—.

Lily poco a poco iba abriendo sus ojos mientras tosía con dificultad... Pero finalmente me miró con los ojos entrecerrados.

—¿... Héc...tor...? —.

—Aqui estoy... —acariciaba su mejilla mientras derramaba alguna que otra lágrima  otra vez— Te llevaré al albergue para que te examinen... —.

Con delicadeza coloqué a Lily en mi espalda, pero no me percaté de algo, mi hombro.

—¡Agh...! —dije en cuanto Lily entrelazó sus brazos por mi cuello—.

—Me...duele..., Héctor... —.

Con aquellas palabras el dolor se salió de mí y lo único que pasaba por mi mente era ponerla a salvo y que no le ocurriera nada más, ya había pasado bastante.

Así que con eso en mente comencé a correr de vuelta en dirección al albergue.
Escuchaba en ocasiones los débiles suspiros de Lily en mi espalda, al menos se encontraba despierta.