.____ᴇʀᴇs ᴍɪ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴀᴍɪɢᴏ (Héctor Helio/Rococo Urupa y tú)

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-Narra Lily-

-Héctor: ¡Oh, vamos, no tienes porqué dar las gracias! ¿Verdad, Lily? -le contestó a Gareth mirando hacia mi dirección-.

-Lily: S-si... Tiene razón...

Gareth nos miró a ambos y luego caminó hacia la puerta, no podíamos dejarlo que se fuera así...

-Lily: ....m.... G-Gareth y Héctor... ¿Llamamos a los demás y damos un paseo por... por la tarde?...

Héctor y Gareth se miraron, seguramente por confusión a lo que había dicho, tanta tartamudez dificulta mi forma de hablar...
Héctor se levantó de la silla con una sonrisa y se acercó a mí.

-Héctor: ¡Pues claro! ¿Que opinas Gareth? -dijo mirando a la dirección de su amigo-.

-Gareth: por mí bien... Mientras que no caminemos demasiado -dijo subiendo sus hombros- bueno, si no os importa me iré ya...

Antes de que pudiéramos decirle algo el salió y cerró la puerta detrás de él.
Héctor se acercó a mí y se rascó la nuca mirando hacia otro lado.

-Héctor: bueno yo ya me debería ir, no quiero estar todo el día estorbando aquí -dijo con un tono burlesco sonriendo en el final de su frase-.

-Lily: oh... ¿Porqué? Quedate un rato más, de igual forma estaré sola...

-Héctor: no, de verdad, me voy ya a mi casa, tengo que preparar el equipaje que llevaré a Liocott...

Suspiré de nuevo pensando en Liocott, si Héctor se iba probablemente me quedaría encerrada en mi casa durante unos meses y no socializaria...

-Héctor: hazme el favor, piensa en serio el irte a Liocott o no, yo ya no diré nada más de mi parte... -caminó hacia las escaleras- recogeré mi ropa y me iré, ¿Esta bien?

-Lily: si... Sube, no hay problema -dije mirando mis pies aún sentada en la silla-.

Héctor asintió y al cabo de un par de minutos bajó con su mochila colgada de sus hombros y ya vestido con su ropa normal. Caminó hasta la puerta y me echó una última mirada.

-Héctor: vendré a recogerte esta tarde, ¿Vale?

-Lily: está bien, mándame antes un mensaje de texto para estar lista

-Héctor: vale, me iré, ¡Adiós! -dijo saliendo por la puerta-.

Héctor me dejó sola en mi casa y comencé a replantearme de nuevo lo de ir a Liocott.
Una parte de mi cabeza solo decía, "debes acompañarle, al fin y al cabo es tu único amigo y con el único con el que te hablas sin timidez alguna, además, te quedarías sola por unos meses...".
Caminé frustrada hacia la planta de arriba, tenía pensado estar tumbada en mi cama hasta que Héctor me avisará de ir a dar el paseo con los demás. Terminé de subir las escaleras y caminé hasta mi habitación, miré hacia mi cama y me sorprendí, Héctor es demasiado servicial, ha echo ambas camas, la mía y la suya, "por eso no me gusta invitarlo demasiado a mi casa, porque parece que no hago nada y soy una vaga", reí ante mis pensamientos y me tumbé en la cama para no hacer nada, bueno...

-Narra Héctor-

-Héctor: ¡ya estoy en casa! -dije dejando mi mochila encima de una de las sillas del comedor- ¿¡Mamá?! -pregunté extrañado al no escuchar a mi madre-.

-Mamá: ¡Si!, estoy arriba Héctor, sube

Le hice caso y rápidamente subí las escaleras para ver qué quería mi madre, y pude ver cómo sostenía una enorme maleta de color rojo carmín, es cierto, tengo que preparar mi equipaje.