.____ᴇʀᴇs ᴍɪ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴀᴍɪɢᴏ (Héctor Helio/Rococo Urupa y tú)

𓆩9𓆪

-Narra Lily-

Lentamente abrí mis ojos, miré hacia la ventana aún adormilada, ya no llovía, solo había muchas nubes oscuras, el ambiente era algo frío, extraño para la época en la que estábamos. Me giré lentamente y miré como Héctor estaba completamente destapado y con una de sus manos metidas dentro de su camiseta, adorable... Me quedé por varios minutos... bueno bastantes minutos observando como dormía plácidamente hasta qué sus ojos comenzaron a abrirse poco a poco.

Rápidamente me di la vuelta fingiendo estar dormida y noté como él se incorporaba en la cama.

-Héctor: Lily... -dijo adormilado- ¿Que hora es? ¿Tus padres siguen aquí?...

Aún seguía fingir estar dormida, mantenía mis ojos cerrados, hasta qué percibí como el sé levantó de su cama y se sentó sobre la mía.

-Héctor: vamos... -se escucha un pequeño silencio- se que estás despierta, te he visto obserbarme...

Mi corazón dió un vuelco y rápidamente me levanté agarrando mi almohada y tirándose la a la cara.

-Lily: ¿¡Que dices?!

-Héctor: era broma tampoco es para tomárselo así -dijo mientras quitaba mi almohada de su cara-.

Con el ceño fruncido aún me senté en mi cama y Héctor hizo lo mismo poniéndose delante de mí.

-Héctor: ¿Te has enfadado? -dijo en tono burlón- jajaja dime que sí -soltó una carcajada con lo cual me levanté de la cama y caminé a la puerta-.

-Lily: anda baja y ve preparando la mesa del desayuno -le contesté abriendo la puerta y señalándole el pasillo, Héctor se me quedó mirando por un rato intentando no reírse- ¿Hace falta que te guíe también?

-Héctor: ya voyyy... -dijo pesadamente levantándose-.

Héctor camino hasta la puerta, salió al pasillo y bajó a la planta de abajo. Mientras él preparaba la mesa yo me fui al baño a lavarme mi cara y ponerme unos pantalones largos, tenía demasiado frío en mis piernas, en cuanto terminé bajé vi la mesa ya puesta y Héctor estaba sentado mirando el móvil.

-Héctor: ¿Que desayunaremos? -dijo levantándose de la silla-.

-Lily: ¿Que quieres desayunar? Yo comeré unas galletas...

-Héctor: ¡no!, comamos tortitas, las prepararé yo -dijo felizmente corriendo a la cocina-.

Caminé hasta la cocina y vi como el ya estaba agarrando los ingredientes, harina, huevos, leche... Y demás cosas.

-Lily: ¿Te ayudo? -pregunté dando unos pasos hacia él- ¿O puedes solo...?

Héctor se encontraba removiendo algunos de los ingredientes pero se paró a mirarme. Hizo una mueca y luego sonrió.

-Héctor: ya que me has dejado quedarme a dormir, ¿porque no me dejas agradecertelo haciéndote el desayuno? -me contestó volviendo a remover los ingredientes-.

-Lily: bueno, como quieras... -le dije antes de dirigirme a el comedor para sentarme-.

Agarré una de las sillas y me senté, tomé el mando de la televisión y la encendí.
Al principio buscaba un canal que se viera bien hasta que finalmente lo encontré, era el de noticias, igualmente necesitaba informarme del tiempo...

-Presentador: habrá una semana de lluvias, durante el día de hoy el cielo se encontrará con nubes y mañana habrá previsión de chubascos por la tard-...

Deje de escuchar las noticias en cuanto Héctor colocó el plato con tortillas y un bote de chocolate derretido sobre la mesa.

-Héctor: ¿Que te parecen?, Creo que me salieron bastante bien -contestó antes de llevarse un trozo con el tenedor a la boca-.

Las miré, agarré el bote de chocolate y las moje completamente en chocolate, tras eso corte la mitad de la tortita y me la llevé a la boca. No estaban ni muy dulces si muy sosas, simplemente perfectas.
Sonreí y corté otro trozo de tortita disfrutando cada vez que masticaba, aunque... podía ver cómo Héctor me miraba, lo notaba.

-Lily: ¿Que... pasa? -le pregunté dejando mi plato ya vacío a un lado de la mesa-.

Héctor seguía mirándome fijamente hasta qué acercó peligrosamente su mano hacia mi cara.
Rápidamente retrocedí y el pareció sorprenderse.

-Héctor: ¿Que ocurre? -me pregunto confundido-.

-Lily: ¿Que intención tenías? -le respondí un poco a la defensiva-.

-Héctor: tienes chocolate en la comisura del labio...

En cuanto termino su frase lamí mis labios, efectivamente tenía un poco de chocolate.

-Lily: ¿Ya? -dije algo averhonzada-.

-Héctor: si, ¿Te gustaron las tortitas? -dijo mientras se levantaba y agarraba ambos platos para llevarlos a la cocina-.

-Lily: estaban increíbles, no sabía que cocinaras tan bien...

-Héctor: no es para tanto, además es fácil de hacer... -dijo abriendo el grifo para comenzar a lavar los platos-.

-Lily: ¡Oye, déjame hacer algo al menos! -dije corriendo a la cocina- ya has echo bastante está mañana

-Héctor: nop -y me ignoró mientras seguía remojando la esponja debajo del grifo-.

-Lily: ¡Déjame ayuda-...!

De pronto sonó la puerta de mi casa, era raro, no nos solían venir a visitar, quizás era alguna carta o algo así.
Eché una última mirada a Héctor el cuál sonreía victorioso ya que no le podría quitar la faena que estaba haciendo, suspiré y caminé hacia la puerta, baje el pestillo y la abrí lentamente.

-Lily: ¿Hola? -pregunté extrañada-.

-Gareth: Hola Lily

-Lily: ¡G-...Gareth...! -exclamé sorprendida-.

Rápidamente abrí la puerta y lo vi allí parado mirando hacia otro lado.

-Gareth: ¿Estás sola? -preguntó extrañado mirando hacia adentro-.

-Lily: No-...

-Héctor: ¡también estoy yo! -dijo apareciendo detrás de mí-.

Rápidamente me sobresalté, ¿Ya había acabado los platos...? Menuda rapidez...

Gareth seguía ahí parado en la puerta, así que hice un gesto para que pasara. Parecía algo tímido pero finalmente entro y se sentó en una de las sillas del comedor.
Héctor y yo también nos sentamos, miré a Héctor intentando que el resolviera la duda de, ¿A que había venido? y Héctor me miraba con la misma cara de confundido... Gareth seguía serio, parecía no tener intención de hablar, yo la verdad es que tampoco la tenía.

-Héctor: bueno... ¿Tú tobillo está bien? -preguntó al darse cuenta del gran silencio incómodo que había-.

Gareth hizo una mueca y se levantó de la silla, se agachó y levantó sus pantalones de chándal para que lográramos ver mejor aquel tobillo.
Tenía una especie de tobillera, pensé que su pie de había puesto peor, pero parece que no.
Seguí mirando a Gareth durante unos instantes, seguía con la misma seriedad que ayer, supongo que es así y ya.
De repente Gareth, bajó su pantalón ocultando así su herida y me miró, aparte mi vista rápidamente de la suya, aunque juraría que sonrió de lado.

-Héctor: ¿No te duele o qué? -preguntó extrañado-.

-Gareth: no debo correr por una semana y no, no me duele, se me quitó el dolor en cuanto llegué a mi casa...

-Héctor: me alegra, aunque me preguntó, ¿A que has venido?...

Gareth me miró y de volvió a sentar en la silla.

-Gareth: bueno, vine a daros las gracias por ayudarme ayer... -dijo con seriedad-.

///Sé que este capítulo este aún poco aburrido unu, prometo esforzarme más en los siguientes capítulos uwu///