CAPÍTULO XV

656 112 22
                                    

Jungkook se acomodó de mejor forma apoyando sus brazos cruzados sobre los muslos adversos mientras que éste estaba recostado sobre una piedra lo suficientemente grande para poder sostenerlo. La vista de ambos era bastante buena pues ambos podían observarse muy bien.

Taehyung no podía creer lo que estaba a punto de hacer. Contarle a un joven campesino... algo que nadie jamás en su vida debía de saber.

— Bien... —carraspeó— yo... era muy cercano a... —tragó saliva recordando que no podía decir su nombre— "él". Ni siquiera yo sé cómo él apareció pero... —rió algo nervioso— lo que dice la Biblia no es completamente cierto y lo sabes. Él... me creó a mi cómo el primer ser humano junto a él, luego creó a más personas y fui yo el que vio cómo la tierra, el mar, la luz y... demás cosas se formaron.

Los flashbacks de aquellos momentos volvían a su mente, recuerdos que quiso destruir pero fueron imposibles.

— Él me... enseñó muchas cosas y llegamos a ser muy cercanos. Fuimos muy unidos al punto en que... —desvió la mirada— comenzamos a sentir cosas que no eran "correctas". Se alejó, yo lo buscaba, luego yo me alejaba y él me buscaba; así sucesivamente. Pasaron cosas que no puedo explicar si... yo era el único en sentirlo, pero estoy seguro de que no. Todo se sintió... cómo estar en el paraíso, literalmente. —rió triste.

— ¿Qué sentías...? —preguntó curioso.

— Es... difícil explicar, pero, se podría decir... que algo que dos personas que se aman... sienten. —llevó la mirada hasta el castaño notando sus expresiones de sorpresa y confusión—. Luego llegó el día en que... me arriesgué, me acerqué más de lo debido y... quise besarlo —desvió de nuevo la mirada con vergüenza—. Ahí... creí que tendría oportunidad pero sólo recibí un empujón y me tiró al suelo.

Flashback

¿¡Q-qué crees que haces!? —exclamó.

Taehyung en el suelo sintió sus ojos cristalizarse mientras trataba de no soltar ninguna lágrima.

Lo que queríamos...

¿Lo que queríamos? ¿Un beso? ¿Sabes que esto está mal, no es así? No puedes hacer eso...

¿Por qué no? —se puso de pie al instante para así acercarse de nuevo— No me tratas sólo cómo a un amigo, no me hiciste quererte cómo a un amigo... tú no me quieres cómo a un amigo. —Observó al adverso darle la espalda—. Me creaste... para estar con--

¡Te equivocas! De haber sido así, entonces serías una mujer —se giró de nuevo para así apuntar al adverso con su dedo índice. No confundas mis sentimientos, ni siquiera sabes qué se siente un amor más allá de un amigo...

No me hagas esto, por favor. Dime que tú también sientes lo mismo por mi. —Pidió Taehyung ya no pudiendo contener las lágrimas.

El adverso observó a su alrededor notando a aquellos ángeles observarlos sorprendidos por lo que estaba sucediendo. Su enojo, miedo y tristeza apreció. Los cielos se tornaron grises, la nubes soltaban rayos nunca antes vistos y el viento era tan fuerte que los pocos árboles sobre la tierra eran movidos con tanta furia.

Por favor...

___

Taehyung apretó levemente la tela entre sus manos al recordar aquello. Había sucedido hace tanto tiempo pero seguía doliendo igual.

— Me desterró del "paraíso", "cielo", cómo quieras llamarlo, y me dejó completamente sólo en el mundo que él creó... sin comida, con animales salvajes, sin ningún tipo de protección. Completamente sólo.

Jungkook estupefacto prestaba atención creando una imagen representativa en su mente sobre lo que el mayor le contaba. Era algo que no se imaginaba venir, jamás lo pensó.

— Luego me enteré que había creado a las primeras personas que serían los que crearían la especie humana en estas tierras. Pero yo... —sonrió— quise vengarme e hice que los tres hiciéramos... —desvió la mirada al menor. No podía contarle algo cómo eso—. Nosotros... hicimos cosas que lo enojaron a "él", fue ahí cuando los castigó... y a mi me condenó a ser odiado por toda persona, animal o cosa que supiera sobre mi. Que me despojaran de la felicidad, que me condenaran a ser un ser...

— Maligno... —completó.

— Sí... —llevó su mano hasta el cabello adverso dando unas pequeñas caricias—. Por eso es que lo odio, odié y odiaré por el resto de mi existencia al igual que él me odia a mi. De hecho, es gracioso que siempre me echen la culpa a mi por lo malo que sucede en el mundo, la hambruna, la maldad, los pecados... —se reincorporó teniendo más de cerca al castaño— cuando su propia creación está cometiendo esos errores gracias a que no supo controlar lo que hacía. Es un Dios... que envió a su propio hijo al mundo para que lo mataran, lo hicieran sufrir hasta el más mínimo segundo y que... fue abandonado por él, un "Dios misericordioso".

Jungkook con su boca un poco abierta seguía observando al azabache sin siquiera saber qué decir. Era tanta información que... ¿Era real?, claro que era real. Taegyung no le mentiría con algo así, menos cuando en su mirada se notaba el dolor al recordar todo aquello.

— B-bueno... —relamió sus labios— yo... no sé qué decir.

— No hay nada qué decir, me pediste mi historia así que... eres la única persona que la sabrá —Sonrió alejándose para así quitar su ropa y luego meterse al agua junto al adverso.

— Pero... ¿tú sigues...? uhmm...

— No —Llevó su mano hasta la cintura de este para así acercarlo un poco más—. Después de ese día ya no sentí nada más que odio pero... gracias a ti, supe que lo que sentía no era un error y que ahora si tendría la oportunidad de... demostrarlo con alguien que también me quiere.

El castaño sonrió y pasó sus brazos por alrededor de los hombros del azabache viéndose directamente a los ojos manteniendo aquel contacto visual que decía miles de cosas sobre los sentimientos de aquellos hombres.

— Y te juro que yo no dejaré que te hagan daño en este mundo de mierda... ¿Sabes por qué? —el menor negó— porque... conozco todos sus trucos, tengo el poder de destruir lo que yo quiera. Destruiré todo aquel ser humano tonto que llegue a lastimarte. —Susurró bajando la mirada hasta los labios del adverso.

Poco a poco ambos volvieron a acercarse hasta unirse en un tierno, casto y suave beso siendo iluminados por los pequeños rayos de luz que pasaban a través de las hojas de los árboles.






Lo que no sabían... es que había un tercero en aquel lugar.

𝐒𝐀𝐓𝐀́𝐍 | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora