Al día siguiente.
7:15 a.m.Kwang caminaba de forma lenta sintiendo su hombro doler debido a la madera que cargaba sobre él. Había caminado ya casi media hora con eso pero al menos así podría venderla y conseguir algo para comer.
Al llegar al mercado pudo sentir su estómago rugir debido al hambre. El aroma de aquellos pequeños puestos hacían que su boca comenzara a salivar.
— ¡Señor Oh, buenos días! —Sonrió— Hoy traje leña de la buena, ¿gustaría comprar un poco?
— Kwang... ya te dije que no cargues tanto, puedes volver a lastimarte. —Habló aquel sujeto mientras ayudaba al adverso a bajar los pequeños troncos de su espalda.
— Lo sé, pero no quiero volver al bosque a buscar más, es mejor traerla toda de una vez —mantuvo su sonrisa mientras hacía algunos movimientos para que el dolor se fuera.
— Toma, déjalo todo aquí —entregó aquel dinero— ya, vete a descansar. Aún eres joven, no deberías destruir tu cuerpo así.
— Pero si no lo hago, terminaré muriendo de hambre —rió contando el dinero para luego meterlo en uno de sus bolsillos.
Sin más qué decir; ambos se despidieron.
Kwang con una sonrisa comenzó a caminar por los puestos de comida buscando algo que le pudiera sustentar todo el día hasta mañana, era una situación muy difícil en aquel lugar y gracias a Dios sólo era él.
Al seguir viendo por aquel lugar notó el puesto de flores, estaban tan hermosas pero... muy caras. Suspiró sacando su dinero notando que daría más de la mitad por un ramo, ¿Hyo-ri podría recibirlas?, la noche anterior se había comportado cómo un desesperado, debía pedir perdón de alguna manera.
Sin dudarlo más compró uno de los ramos para así salir con una sonrisa de aquel mercado. Entendía que le habían inculcado un pensamiento no tan bueno pero... iba a hacer que ella se enamorara de él nuevamente. No iba a perder la esperanza de que estarían juntos tal y cómo se prometieron 20 años atrás, aunque ella... seguramente había olvidado eso, él no y seguía trabajando para lograrlo, aún si debía dejar su orgullo en el suelo, sólo quería a su chica de vuelta, bueno, ahora era una mujer.
Al llegar a aquella iglesia pudo ver cómo la carreta del padre no estaba por lo que supuso que habían ido a otro lugar, todos los días salían a predicar a diferentes partes.
Sus nervios aumentaron al ver a aquella hermosa mujer barriendo afuera de aquella casa. Suspiró profundo, arregló su cabello al igual que su ropa y finalmente comenzó a caminar de nuevo hasta la susodicha quien a los pocos segundos ya se encontraba viéndolo.
— ¡Buenos días, Hyo-ri! —sonrió parándose al frente de ella— Hoy te ves mucho más hermosa que ayer pero, no más que mañana. —soltó pequeñas risas.
— ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó sin ánimo alguno.
— Yo... —mordió levemente su labio- te compré esto —extendió el ramo— Tulipanes lila, tus favoritos.
Hyo-ri bajó la mirada hasta aquellas flores sintiendo cómo su sonrisa se hacía cada vez más grande. Lo tomó con delicadeza y observó detenidamente sus detalles. Tulipanes lila... ¿cómo lo recordaba aún?
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𝐒𝐀𝐓𝐀́𝐍 | Taekook
FanfictionEn el momento en que te pones de rodillas, sientes tus ojos llenarse de lágrimas y pides misericordia a aquel ser omnipresente sientes que todos tus pecados son bañados con agua bendita de las preciosas manos del "Señor". Ruegas por piedad y das las...