El problema es que no soy un chico normal que pueda tener una relación con una chica, aunque quisiera ser uno no podría. Pero también podría fingir serlo con ______.
—¿Dijiste algo? — Dijo sacándome de mis pensamientos.
—No, duerme, ya es tarde. — Dije mientras con mi mano buscaba su cabello.
—Mañana tenemos que buscar la forma de volver
Por suerte no había escuchado, lo que tontamente le dije sin pensar.
No podía seguir así con ____, me creaba falsas ilusiones de que pasaría si yo fuera un chico normal.
Me desperté gracias a los rayos del sol que entraban por la ventana, mire hacia donde debería estar____ pero no había nadie. Escuche risas en la parte baja de la casa, entre al baño para ver mi aspecto y baje. Vi a _____ y a Jessica su hermana, hablaban y reían.
—Nash —Jessica se giró para verme también- Llame a Jessica para que nos lleve a casa.
—Bueno chicos vámonos. ¿Nash ya estás listo? Tengo algo de prisa- dijo mientras miraba su reloj.
—No importa vamos — no tenía ganas de nada solo quería estar solo para pensar.
—Narra _____.
~Tiempo después...
Ahora nadie molestaba a Nash en el instituto, eso era bueno para el pero ahora estábamos más distanciados, casi no hablamos ni nada parecido. Keyla había vuelto a Boston. Jessica ahora tiene un novio llamado Fernando, es una gran persona tiene un hermano menor de mi edad, llamado Ethan es atractivo cabello negro, ojos café obscuro, también es alto y tiene una sonrisa encantadora. Casi siempre que Fernando visitaba a Jess Ethan venia.
—Jess el timbre está sonando — le hable desde la parte baja de las escaleras-
—Abre tu, aún no termino de arreglarme — escuche que grito desde arriba.
—Está bien pero apúrate — sonreí, hacia tanto tiempo que no la veía emocionada con los chicos.
Fui a abrir la puerta y me sorprendí al ver a Nash ahí.
¿Qué hace aquí? ¿Por qué después de casi unas semanas sin hablarme viene?
—¿Puedo pasar?
—Claro — intente sonreír, pero no pude.
Una parte de mi debería estar alegre, pero no podía. Él se había alejado sin decir nada, me había hecho sentir culpable de hacer cosas como; besar lo o preguntarle sobre sus preferencias. Había decidido dejar de esperar un milagro pero ahora está aquí en mi casa parado. Como si nada hubiera pasado .
—Quiero intentar algo.— fue lo que dijo antes de tomarme por la cintura y besarme.