Estaba sentada en el cuarto de Jessica esperando a que se terminara de arreglar, saldríamos los cinco; Jessica, Fernando, Michelle, Nash y yo. Nash decía que se aburría demasiado, y que según él quería conocer la ciudad.
-Segura que no me veo gorda en este vestido- me pregunto Jess mientras estiraba la tela de un bonito vestido color azul claro que le llegaba hasta las rodillas.
-Por segunda vez, no Jess te ves bien en ese vestido – suspire. -Sabes creí que estarías de luna de miel con Fernando en Italia o algo parecido.
-Estamos planeando ir a Roma las próximas vacaciones. Además no te quería dejar sola y mucho menos si Nash venia para acá – sonrió- no quiero que mi hermanita tenga un hijo tan pronto.
-Jessica por dios que cosas dices – desvié la mirada, mientras pensaba en la posibilidad de que Nash y yo estuviéramos juntos de esa manera. -Iré a ver si Nash está listo.
Subí por las escaleras que llevaban a mi cuarto, ¿tocaba o no tocaba? Abrí la puerta sin pensarlo y minutos después me arrepentí –Nash- chille.
-¿____? – Se giró para verme – deberías tocar antes de entrar – dijo mientras tomaba un cojín para taparse .
-¿Cómo es posible que tengas puesta la camiseta pero los pantalones no? – solté una pequeña carcajada- ponte los pantalones tenemos que irnos.
-Dame cinco minutos y bajo – sonrió mientras tomaba el pantalón en sus manos- aunque si quieres podemos quedarnos-
-Eres todo un caso – dije mientras negaba con la cabeza y cerraba la puerta.
Eran las seis de la tarde y todos estábamos en un restaurante a las afueras de la ciudad, tenía un aspecto encantador. Paredes de ladrillo, mesas y sillas de madera, además de una pequeña reserva de vinos que tenían cerca de la entrada. Me sentí rara, yo era la única chica con Jeans. Michelle traía una falda negra y una blusa rosa claro, Jess su vestido azul. ¿Y yo? Yo traía unos jeans azul marino, una camiseta blanca y el cabello recogido.
Todos nos sentamos en una mesa cuadrada, y hablamos hasta que llego el mesero a tomar nuestra orden.
-¿Puedo tomar su orden?
-Claro yo quiero Lasaña y una copa de vino tinto – dijo Fernando sin ver el menú de comida.
-Yo también quiero eso – dijo Jessica dejando el menú sobre la mesa, mientras volteaba a ver a su esposo y le sonreía cómplice.
-Yo quiero una orden de Ravioles y agua mineral – le sonrió al mesero.
-Emm – suspiro- quiero un plato grande de Espagueti y una copa de vino tinto – le entrego el menú al mesero. ¿y tu ____?
-¿Tienen pizza? – Ante mi comentario Jess reprimió una carcajada, pero el mesero asintió divertido- entonces quiero pizza y una coca cola – suspire-
-_____ yo creo que comer eso no es muy adecuado – sonrió Michelle.
-Tráigale lo mismo que a nosotros – sonrió Jessica.
Yo solo rodé los ojos y bufe algo molesta, ¿resulta que no puedo comer lo que yo quiero? Nash me tomo la mano por debajo de la mesa.
25 minutos después el mesero llego con nuestras órdenes, todos tomaron los cubiertos y comenzaron a comer normalmente, yo solo veía mi planto. No quería comer eso, no es que la lasaña no me gustara pero...
-De verdad querías pizza – me susurro Nash al oído-
-Sí– le conteste en un susurro también.
-Entonces que esperamos – me hizo una seña de que nos levantáramos. Jess, Fernando ____ y yo cenaremos por nuestra cuenta espero no les moleste- dijo mientras se levantaba de la mesa.
-¿Puedo acompañarlos? – Pregunto Michelle, mientras se paraba de su asiento.
-Lo siento – sonrió Nash- esto es algo entre ____ y yo.
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te mando un beso:)
-karencereza
