Su cara se tensó, desvió la mirada, segundos después me miro a los ojos –¿La verdad?– me pregunto nervioso…
—La verdad – intente sonreír para que estuviera más tranquilo. —Pero si no quieres…
—Si te soy sincero – Me interrumpió- no se, no estoy seguro de…—Dijo mientras pensaba las palabras que usar, se notaba incomodo.
—Si ya no quieres hablar de esto, no lo hagas solo tenía curiosidad.
—Gracias– Me sonrió. — ¿Te llevo a tu casa?
—No es necesario mi hermana vendrá por mi.
—Llámala y dile que yo te llevare –Dijo sacando su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón. —Digamos que es la segunda parte de mi pago por dejarte plantada.
Dudaba sobre si llamar a Jess o no, además el me ofrecía su teléfono era por algo ¿no? Quería que fuera con él… O quizás solo es la culpabilidad.
—¿No me vas a secuestrar verdad? – pregunte.
—Supongo que no. ¿O quieres que te secuestre?
—Sería un placer – susurre.
—¿Dijiste algo?
—No, hablo sola…
Acepte el teléfono que me ofrecía y marque el número de Jessica, pero justo en ese momento vi su auto. Venia entrando al estacionamiento de la escuela, mi plan estaba arruinado. No contestaba al parecer de nuevo traía la música a todo volumen, como siempre. Paro el auto frente a donde estábamos Nash y yo, me sonrió y desactivo el seguro de las puertas
—¿Lo dejamos para otro día?
—Puedo decirle que yo te llevare.
—No así está bien, nos vemos mañana supongo.– dije mientras le daba un beso en la mejilla.
No dejaría que se conocieran, Jessica es capaz de decir algo como ‘’Tu eres el chico del centro comercial’’ ‘’Sabes que mi hermanita no pudo dormir el día que no la llamaste’’ ‘’¿Eres el que andaba con el travesti? ‘’ o peor aún ‘’Le gustas a _____’’. Aunque eso lo había escuchado esta mañana gracias a Erick. Subí al auto, Jessica traía la canción de Windows down a todo volumen, mire al espejo retrovisor y lo vi parado.
Entonces, ¿es gay o no? Pregunto una parte de mí. Él no estaba seguro así que tenía una oportunidad de quitar sus dudas.
Escuche sonar el despertador, pero yo estaba dentro de la ducha. Me vestí con un pantalón de mezclilla una camiseta morada. Me arregle un poco para que Nash no malentendiera las cosas. Tendí la cama y salí a desayunar. Me encontré a Jessica desayunando tranquilamente.
—Te levantaste temprano, ¿a que se deberá? – dijo divertida.
—No es nada de lo que piensas Jess…
—Hoy no podré ir por ti al instituto, saldré con alguien.
—No te preocupes, no tengo problema con que hoy no vayas por mi…— La interrumpí.
—Que le paso a mi hermana ¿Y quién eres tú? – dijo divertida.
Tome el desayuno, hablamos y reímos un rato. Después me tuve que ir al Instituto, Jess me llevo. Justo cuando estaba por salir escuche ‘’Saludas al guapo con el que estabas ayer’’ rodé los ojos y cerré la puerta, camine como todos los días al salón de clases estaba por entrar cuando escuche algo…
—Mariposin, lo de ayer no se va a quedar así— Esa voz la conocía era Ian. — No puedo dejar que alguien como tu…
—¿Alguien como yo que? – Escuche la voz de Nash retándolo.
—Un gay ¿si me entiendes? —intervino Erick —Te lo diré de otra forma un mariquita como tu.
No entendía como Nash no los agarraba a golpes, eran demasiado molestos. Solo los ignoraba y muy rara vez les contestaba, la verdad me gustaría que les diera un golpe. ¡Los dos se lo merecen!
—Que está viendo señorita Jones – escuche la voz de mi profesor detrás de mí.
—Nada, buenos días – lo salude.
Entre antes que él, y me fui a sentar sentí la mirada de Ian pero lo ignore. Así pasaron todas las clases lentas y aburridas, solo miraba el reloj esperando a que fuera la hora de salida. Cuando por fin tocaron para salir, camine para ir a dejar mis cosas al casillero, después regrese al salón y me fije para ver si Nash seguía ahí. No veía nada, escuche unos pasos atrás de mí pero los ignore…
—¿Esperas a alguien? – Dijo alguien atrás de mí.
Esperen, yo esa voz la conozco es Nash, uh oh me había visto espiando por la puerta, y es más que obvio que lo espero a él. Me gire para verlo, me miraba divertido.
—Creí que aún no salías… - intente explicarme pero me interrumpió.
—¿Nos vamos?
¿Cita? No, no es ni será una cita, solo me llevara a casa.
