Capítulo 32

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Pasaron varios días en los que Betty se mantuvo distante con Jughead, cosa que éste no ignoró. Pero aún así, el chico tenía algo pendiente en la cabeza, aunque Betty tuviera otra.

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Un martes en la tarde, Betty se encontraba vomitando en el baño, como últimamente lo hacía. Tenía varios días sintiéndose así y eso era muy frustrante e incómodo para ella.

Tan frustrante e incómodo que la afectaba de tal manera que después de haber vomitado hasta casi el estómago, se sentó en el piso y empezó a llorar abrazada a sus piernas.

Ni siquiera sabía por qué estaba llorando. No sabía si era por lo mal que se sentía o porque simplemente tenía ganas de hacerlo.

Ella ocultaba algo. Tenía un pequeño gran secreto que solo ella conocía, y nadie más.

La puerta de su casa empezó a ser golpeada delicadamente, pero con firmeza. Esto la sacó de sus pensamientos, haciendo que se pusiera de pie y se lavara la cara para disimular que había llorado y que estaba mal.

Fingió una sonrisa y bajó las escaleras para abrir la puerta, encontrándose con Jughead. —Jughead... hola— Lo saludó.

—Hola Betty— Le respondió, besando su mejilla y pasándole un enorme oso de peluche que había comprado. —¿Te gusta?—

Betty tomó el peluche y sonrió, sin mirarlo. —Me encanta—

Jughead la miró y alzó una ceja, preocupado. —¿Ocurre algo amor?—

—No— Negó, dejando el oso de peluche sobre un pequeño sofá.

—¿Segura?— Preguntó, posando una mano en su mejilla, mirándola detenidamente. —Te conozco y parece que has llorado. ¿Sigues enferma?—

—No lo estoy— Negó la rubia, fingiendo una sonrisa. —¿Y Emily?—

—Mi papá y mi hermana están con ella hasta mañana. Betty... necesito saber si de verdad te sientes bien o no— Le pidió. —¿No fuiste con un doctor como yo te dije?—

—Si lo hice— Mintió. —Solo fue un simple malestar. De verdad me siento muy bien—

—Bueno... en ese caso... quiero venir a buscarte esta noche para una pequeña sorpresa que tengo para ti esta noche— Invitó. —Solo si quieres—

—¿Una sorpresa?— Preguntó Betty, extrañada.

—Así es mi amor. Tengo algo especial preparado para ti porque te lo mereces. Te amo— Le dijo, besando su mejilla y abrazándola.

—También te amo Jug— Le respondió, siguiéndole el abrazo.

—¿Puedo venir por ti hoy a las siete de la noche?— Preguntó Jughead, separándose del abrazo.

—Por supuesto— Confirmó Betty, sonriéndole.

—Entonces espérame a esa hora— Avisó el ojiazul, acariciando su mejilla. —¿Segura de que te sientes bien? Porque si no es así, podemos quedarnos juntos, abrazados—

—Me siento de maravilla— Aseguró Betty. —Te espero a esa hora—

Jughead sonrió y volvió a besar su mejilla. —Te amo amor. Nos vemos esta noche—

—Nos vemos esta noche Jug— Se despidió Betty, aún con esa falsa sonrisa.

Jughead dejó un último beso en sus labios y se fue. Betty cerró la puerta principal nuevamente y ahí mismo volvió a sentarse y abrazar sus piernas para ahogar esas ganas de llorar que tenía. Su pequeño gran secreto la estaba atormentando.

Y Te Conocí ^Bughead^ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora