Capítulo 38

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Pasaron cuatro meses y Betty y Jughead no podían estar más felices. Empezaron a vivir juntos y cuando le contaron a Emily, a sus amigos y familiares cercanos que tendrían gemelos, enloquecieron por completo y todos estaban emocionados. Verónica y Archie estaban a nada de conocer a su primer hijo, al cual sólo le faltaba un mes para nacer, y su felicidad aumentó al saber de los gemelos.

Todo marchaba bien, pero como era de esperarse, todo tiene sus obstáculos.

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Betty estaba en el sofá, acariciando su vientre de seis meses de embarazo. No era nada fácil para ella. Si ya era difícil tener solo a un bebé dentro de ti, tener dos lo era aún más.

Por otra parte, Emily estaba a su lado, acariciando su vientre con una sonrisa. Se había comprometido a cuidar a sus hermanos menores siempre y estaba más que feliz por la llegada de los gemelos.

—¿Son niñas o son niños?— Preguntó la menor, curiosa.

—Lo voy a saber hoy, mi vida— Aseguró Betty, acariciando la mejilla de la niña. —Serás la mejor hermana mayor—

—Mi reina y mi princesa— Habló Jughead, acercándose a ellas y dejando un beso en la mejilla de las dos para luego sentarse al lado de Betty y acariciar su vientre. —Y ahí están las galletitas—

—Galletas— Dijo Betty, soltando una risa.

Emily miró a ambos adultos, confundida. —¿Entonces Betty tiene bebés adentro porque las galletas le cayeron mal?— Preguntó.

Jughead rió levemente. —Amor... eso no. Llamo así a los bebés porque es un apodo—

—Oh... ¿Entonces como es que los bebés están ahí adentro y por qué son dos y no uno?— Preguntó Emily, curiosa.

Jughead suspiró, mirando a Betty, quien lo miraba, divertida, y luego volvió a mirar a su hija. —Nena... hay ciertas cosas que los niños no entienden. Por eso te responderé todo eso y mucho más cuando seas grande–

—Pero papi... yo quería saber ahora— Insistió la menor.

—Corazón, cuando seas grande lo sabrás— Sentenció Jughead. —Ahora toma tu mochila porque te llevaré a la escuela—

—Está bien, pero ya no quiero galletas— Murmuró Emily, tomando su mochila y acariciando a Milo en despedida.

—¿Dijiste algo, princesa?— Le preguntó Betty mientras se ponía de pie lentamente gracias a su enorme vientre con dos bebés dentro.

—Nada— Negó la niña, tomando la mano de la rubia. —¿Nos vamos?—

—Vámonos hermosas— Habló Jughead, tomando las llaves de su auto y saliendo de la casa.

Jughead subió a su auto seguido de Emily y Betty y éste empezó a conducir. La primera parada era la escuela en la que estudia la niña. Al llegar, el chico detuvo el auto, pero Emily quiso despedirse, como siempre lo hace.

—Adiós Betty. Adiós hermanitos— Se despidió la menor de la rubia, abrazándola y luego besando su vientre.

—¿Y no te despedirás de papi?— Preguntó Jughead, divertido.

Emily soltó una pequeña risa y abrazó a su padre. —No te preocupes papito. Todavía te quiero mucho y siempre te voy a querer porque eres un buen papi— Aseguró.

—Te amo princesa. Ahora ve porque se te hará tarde mi vida— Advirtió el pelinegro.

Emily se separó del abrazo, pero le dio un último abrazo a Betty para luego irse corriendo hacia la escuela y juntarse con sus compañeros.

Y Te Conocí ^Bughead^ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora