Jughead Jones se convirtió en padre soltero siendo muy joven y su hija se volvió su único amor, hasta que un día conoció a una hermosa rubia que le da un giro a su pequeña familia
—¡No!— Se negó, riendo mientras Jughead la llevaba en brazos al interior de la cabaña.
Jughead corrió con ella en sus brazos hasta entrar a la cabaña y una vez adentro, la dejó cuidadosamente sobre el piso y cuando la rubia observó el interior de la cabaña, abrió su boca levemente.
Adentro era aún más espaciosa de lo que se veía desde afuera. Tenía una cocina gigantesca con una larga encimera, una sala enorme con muchos hermosos sofás, una gran mesa para sentarse a comer y las escaleras que llevaban al largo pasillo de las habitaciones de la cabaña. Eso sin mencionar las puertas resbaladizas y las grandes ventanas que dejaban ver el gran y hermoso balcón de afuera.
Habían luces que decoraban toda la casa y definitivamente complementaban esa maravillosa decoración que deleitan los ojos de quien la ve.
—Me encanta— Admitió Betty, aún mirando a su alrededor, encantada. —¿Compraste todo esto solo para que yo te perdone?—
—También me pareció una buena idea tener un lugar al cual nos podamos escapar de vez en cuando. Y si... todo esto fue para que me perdones porque te amo— Confesó, dando unos pasos más cerca de ella. —Se que nunca olvidarás el daño que les hice a ti y a los niños... pero quiero que sepas también que te amo y no sabes lo arrepentido que estoy. Eres el amor de mi vida y definitivamente te quiero como esposa. Tú me diste a un príncipe y a otra princesa además de la que ya tenía y empezaré a tratarte como te lo mereces. Como una reina, porque eres mi reina Betty—
Betty le sonrió. —También te amo Jug. Y definitivamente te perdono. ¿Como podría no perdonarte después de todo esto? Me dolió lo que pasó, pero también reconozco que eres humano y los seres humanos nos podemos equivocar. Tú me has hecho sentir cosas que nadie más ha logrado hacerme sentir y me diste una familia que lo es todo para mi. Jughead Jones... te quiero como esposo— Aseguró, besándolo.
Jughead le correspondió y en un impulso la cargo y la subió a un sofá que estaba cerca, posicionándose encima de ella mientras aún la besaba.
Jughead se separó, agitado, y se sentó sobre el sofá. —Lo siento. Eso fue un impulso—
Betty se sentó a su lado y lo miró, divertida. —Jug... ¿Que te pasa? Ya hemos hecho de todo y hasta tenemos dos bebés—
—¿Entonces... quieres que continuemos con lo que estábamos por hacer hace poco?— Le preguntó.
Betty asintió, sonriendo con picardía, y Jughead mostró la misma sonrisa para luego volver a besarla, ésta vez con más intensidad y deseo que la última vez.
Jughead tomó el rostro de Betty entre sus manos y las lenguas de ambos se unieron, haciendo aquel beso mucho más profundo. El fuego empezaba a crecer dentro de los dos y el deseo de uno por el otro se hizo mayor.
El pelinegro bajó sus besos hasta el cuello de la chica y también empezó a bajar el cierre de su vestido. Bajó el cierre de su vestido hasta dejarla en ropa interior.
Pero él pudo ver lo insegura que ella se sentía cuando él la tenía desnuda frente a él. Pudo notarlo aunque ella no se lo dijera, porque él la conocía lo suficiente como para saberlo sin que ella dijera una palabra.
—Hey...— La llamó, tomando su rostro entre sus manos, obligándola a mirarlo fijamente. —Eres perfecta, Betty. Cada parte de ti es hermosa. ¿Entiendes eso?— Le preguntó.
Betty asintió, aunque no muy segura, y entonces Jughead empezó a acariciar su mano, subiendo sus caricias a sus brazos y terminando en su rostro.
—¿Quieres que continuemos?— Le preguntó.
—Hazme tuya en este momento, Juggie— Autorizó.
Jughead sonrió con malicia y la besó lujuriosamente. Se separó para sacarse la camisa y volver a besarla, posicionándose encima de ella sin parar de besarla.
Terminó de sacarle el vestido, dejándola únicamente en ropa interior, y paró de besarla, mirándola fijamente. —¿Que es lo que quieres que te haga?— Preguntó.
—Quiero... que me hagas el amor, Jug— Murmuró, sonrojada.
—¿Ahora?— Preguntó el chico, empezando a besarle el cuello nuevamente.
—Si...— Aseguró Betty, soltando un profundo suspiro e inclinando la cabeza para darle un mejor acceso.
Jughead continuó bajando sus besos hasta llegar a sus pechos y continuó bajando hasta llegar a su abdomen.
Ella ya estaba deseosa y desesperada por sentirlo, y él lo sabía, por lo que continuó bajando sus besos hasta la parte más baja de su abdomen.
Le quitó las bragas y automáticamente ella abrió más sus piernas, porque sabía lo que venía. Él hundió su cabeza en su feminidad y ella arqueó la espalda, soltando leves gemidos.
Jughead siguió entre sus piernas hasta que se separó y se bajó los pantalones y la ropa interior, dejando su firme erección al descubierto.
Se enterró dentro de ella, soltando un gemido al igual que ella, empezando a embestirla. Ella se aferró a su negra y larga cabellera mientras él seguía golpeando en su interior.
Sus cuerpos uniéndose en un acto de amor y también de deseo y sus pieles volviéndose solo una. Betty se aferraba a su cabellera negra mientras él seguía penetrándola cada vez con más intensidad, sus gemidos mezclándose en el ambiente mientras los dos se consumían en el placer y en lo bien que se sentían cuando estaban juntos, de cualquier manera.
Ya estaban cerca y Betty abría aún más sus piernas mientras él seguía haciéndola suya, entrando y saliendo de su entrada hasta que sintió como las paredes de la rubia empezaron a apretarlo, llevándolo al borde, y ella también lo estaba. Los dos cada vez más cerca de llegar.
Ya cuando los dos pensaban que no podrían más, él se derrumbó y se vació dentro de ella, y ella se desmoronó con el, llegando así a su inminente y deseado orgasmo juntos.
Cayeron en ese sofá, abrazados y con sus respiraciones irregulares, recuperándose de aquella sensación.
—¿Entonces ya me perdonaste?— Preguntó Jughead, mirándola.
Betty soltó una pequeña risa y le golpeó el hombro levemente. —¿Tú que crees tontito?—
Jughead sonrió y besó su cabeza. —¿Y aún quieres ser mi esposa?—
Betty besó dulcemente sus labios. —Claro que quiero, Juggie—
—Perfecto— Exclamó el pelinegro. —¿Otra ronda de sexo?— Propuso.
—Claro que si— Aceptó Betty, besándolo otra vez.
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Hot y tierno 🥺😈❤️ combinación perfecta 🛐
Pd: Aún ahogada en tareas y asignaciones 🥲 no se sorprendan si me desaparezco. Las amo ❤️.
