Capítulo 69 •Extra•

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Pasó lo de la boda y Betty y Jughead no podían ser más felices. Son esposos y juntos están criando a sus tres hijos. Betty adoptó legalmente a Emily y cada día sentía que la amaba más. Nadie  volvió a recordar a Helena y por fin lograron lo que quisieron. Ser una familia.

Pasaron nueve años después de esto y todo seguía mejorando. Emily se había convertido en una preadolescente de catorce años y los gemelos Ethan y Emma tenían nueve años de edad y se volvieron bastante revoltosos. Betty y Jughead compraron una casa más grande. Lamentablemente para Milo los años perro habían finalizado y murió con casi doce años de edad.

Betty y Jughead se amaban cada día más, y a pesar de lo difícil que se hacía cuidar de una preadolescente y dos niños traviesos, con el amor enfrentaban cualquier obstáculo aunque las cosas a veces eran difíciles.

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Betty se encontraba en el balcón de la casa y admiraba el sol, que estaba a punto de esconderse. Pensaba en lo afortunada que ha sido por todo lo que tiene, y no cosas materiales.

Vio que el auto de Jughead llegó al jardín de la casa y la rubia se apresuró a bajar las escaleras que llevaban al balcón y bajar hasta la sala para recibir a su esposo e hijos.

Pero antes de que ella llegara a abrir la puerta, ésta se abrió y entraron Ethan y Emma discutiendo y detrás llegaron Jughead y Emily, queriendo calmar la discusión.

—¡Tu sabias que la bola era mía y tú le diste!— Gritó Emma, enojada, mirando a su hermano.

—¡Ya te dije que era mía! ¡Iba hacia mi!— Se defendió Ethan.

—Niños... ¿Enserio siguen peleando por eso? Ya basta— Pidió Jughead, rodando los ojos, cansado.

—¡Ethan siempre me quita todo!— Se quejó Emma, mirando mal a su hermano.

—¡Que era mía!— Repitió Ethan.

—Ya basta los dos. No pueden ni siquiera jugar voleibol como personas normales. Mamá... quiero hablar contigo— Pidió Emily, mirando a la rubia.

Betty suspiró. —Dame un momento amor— Respondió Betty, acercándose a los gemelos y a Jughead. —¿Jugaron voleibol juntos otra vez?—Preguntó.

Jughead asintió y miró seriamente a sus dos hijos. —Y no han dejado de discutir porque supuestamente Ethan le quitó la bola a Emma—

—¡Eso no es cierto!— Se defendió Ethan.

—¿Como que supuestamente?— Preguntó Emma, mirando a su padre y luego a Betty. —Mamá... tienes que creerme—

—Niños... ustedes saben que no pueden estar discutiendo por todo. Si la bola era de Emma o de quien sea no importa. Es un juego y es para divertirse. Hablen y pónganse de acuerdo cuando vallan a darle a la bola y si no pueden hacer eso entonces no jueguen juntos por favor. Los amo— Aconsejó Betty, dejando un beso en la frente de ambos.

Los gemelos asintieron y se fueron corriendo a sus habitaciones para dejar sus mochilas y tomar un baño.

Jughead vio a sus hijos irse y luego miró a Betty y besó su cabeza. —No se como lo haces. A veces no se como lidiar con los niños y en cambio tú siempre sabes que hacer. Betts... te amo—

Betty sonrió y lo abrazó, y entonces Jughead la rodeó con sus brazos y pudo sentirla extraña en ese abrazo. Hace días que la sentía extraña.

—Oye... en estos días siento que estas algo rara. ¿Ocurre algo? ¿Hay algo que quieras decirme?— Preguntó el pelinegro, separándose del abrazo y mirándola a los ojos.

Y Te Conocí ^Bughead^ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora