Y Te Conocí ^Bughead^

Capítulo 8

–¿Por qué me estás mirando así?— Preguntó ella.

Jughead tomó aire, poniéndose nervioso otra vez. —Perdón. Perdón, si te estoy haciendo sentir incómoda...

—No Juggie— Lo calló, sonriéndole. —No me estás haciendo sentir incómoda para nada. Es solo que... me miras de una manera diferente, pero es lindo. Además... eres la persona más especial que he conocido. Se que nos conocemos hace pocos meses... pero en estos meses tú y Emily son la mejor compañía que tengo— Confesó.

Jughead sonrió. —Lo mismo digo. No sabes cómo me alegra que tu perro se haya encontrado conmigo ese día en el parque. Tú y Milo han inspirado a mi hija a ser una buena niña—

—¿Enserio lo crees?— Preguntó la rubia.

–Claro que si— Aseguró. —Además, eres tan buena con los niños que creo que... creo que cuando llegues a tener un hijo o hija, serás la mejor madre—

Betty sonrió. —Oh por Dios... que sentimentales estamos ahora— Bromeó.

Jughead soltó una risa y la tomó de la mano, ahora sin miedo. —¿Quieres que caminemos por la playa? Aún es temprano—

—Claro. Tienes razón. Aún es temprano. Será un honor caminar por la playa contigo— Aceptó, entrelazando su mano con la de el.

Así empezaron a caminar a la orilla de la playa, bajo las estrellas y la suave brisa acariciando su piel. Estaban caminando tomados de la mano a las orillas de la playa como si fueran algo más que amigos, pero no eran eso.

—Jughead— Lo llamó, sin mirarlo mientras aún caminaba. —¿Puedo hacerte una pregunta?—

—La que quieras Betts— Aceptó, mirándola.

Betty aclaró su garganta. —¿Has pensado en tener más hijos?— Preguntó, tímida. —Digo... más adelante, claro—

—No lo sé— Contestó, riendo levemente. —Fue un trabajo muy duro cuidar de Emily. Además... no voy a tener otro hijo yo solo—

Betty rió. —Por supuesto que no. Pero algún día, supongo que algún día volverás a enamorarte—

Jughead la miró, aún caminando a su lado. —No lo sé. Desde que nació mi hija y perdí a su mamá... no quise volver a... establecer ese tipo de relación con nadie. Me dispuse a hacerme cargo de mi hija—

—Entiendo— Respondió Betty, con la mirada baja.

Se formó un incómodo silencio mientras ambos aún caminaban tomados de la mano, pero empezaron a soltarse lentamente.

—Betty— La llamó, deteniéndose. —Y yo... ¿Puedo hacerte una pregunta?—

—Claro— Aceptó, girándose a mirarlo.

—¿Y qué hay de ti? ¿Has tenido... novio?— Preguntó, bajando la mirada.

—Algo así— Le contestó, sin darle mucha importancia. —En la secundaria, en mi segundo año. Pero solo duramos dos días— Rió.

—Oh... ya veo— Dijo Jughead, sentándose sobre la arena de la playa. —¿Quieres sentarte un rato?—

—Si— Aceptó la ojiverde, sentándose a su lado. 

—Y... ¿No has vuelto a conocer a alguien? Digo... ¿Te interesa alguien actualmente?—

Betty negó, soltando una risa. —Solo me he dedicado a Milo y a mi trabajo. No me interesa nadie, actualmente—

—Tampoco a mi— Respondió Jughead, recostándose sobre la arena y admirando el cielo estrellado. —La estoy pasando muy bien y la noche está hermosa—