Jughead Jones se convirtió en padre soltero siendo muy joven y su hija se volvió su único amor, hasta que un día conoció a una hermosa rubia que le da un giro a su pequeña familia
Al día siguiente, Betty despertó gracias al resplandor de las luces del sol entrando por la ventana. Se sentó sobre la cama y cuando miró al lado, su rostro cambió al ver que Jughead ya no estaba a su lado como ella lo esperaba.
—Buenos Días a mi futura esposa— Saludó Jughead a la rubia desde la puerta de la habitación con una sonrisa.
—Jug...— Murmuró Betty, mirándolo con una gran sonrisa. —Pensé que te habías ido—
—No amor— Negó, acercándose a ella y sentándose al borde de la cama. —Solo salí un momento y no te quise despertar. ¿Cómo está la hermosa madre de mi segundo bebé?— Preguntó, acariciando su mejilla.
Betty sonrió. —Siempre que tú estés cerca... yo estaré bien—
—Linda, estoy terminando de hacer el desayuno. Cuando terminemos, si quieres, podemos ir a buscar a Emily nosotros juntos y ahí mismo les damos las buenas noticias. ¿Te gusta la idea?— Preguntó el pelinegro, acariciando su mejilla.
Betty asintió. —Ya no veo la hora de encontrarme con ese pequeño algodón de azúcar y llenarle la cara de besos— Confesó, con una sonrisa.
—No te imaginas como deseo tomarla en mis brazos y hacerle cosquillas hasta ponerla como un tomate— Aseguró Jughead. —¿Bajarás a desayunar o te lo traigo?—
—Bajaré en un momento— Contestó.
—Bien. Y por Milo no te preocupes. Esta ayudándome a hacer el desayuno en la cocina— Bromeó Jughead, dejando un beso en la frente de la rubia para luego irse y regresar a la cocina.
Betty sonrió tontamente y se levantó de la cama para tomar un baño y luego bajar a la cocina, encontrándose con un Jughead que servía el desayuno con una mano mientras sostenía a Milo con la otra.
—Mira quien llegó Milo— Dijo Jughead, dejando al perro en el piso para luego acercarse a Betty y depositar un dulce beso en su frente. —¿Cuando irás con un doctor?—
—Hoy, más tarde— Le respondió, abrazándolo para luego sentarse en la mesa.
—¿Puedo acompañarte?— Sugirió el ojiazul, sentándose frente a ella. —Llevaré a Emily a la escuela y de ahí puedo ser yo quien te lleve. Es el primer chequeo de nuestro bebé. ¿Verdad?—
Betty asintió. —Me hice la prueba hace apenas dos días y hoy será el primer chequeo del bebé—
—Genial. Entonces... ¿Puedo ser yo quien te lleve?— Insistió.
—Claro— Aceptó. —Eres el padre de mi bebé, mi novio y futuro esposo—
Jughead sonrió. —Me gusta eso amor— Puso su mano sobre la de ella por encima de la mesa.
Betty sonrió y junto a Jughead terminó de desayunar y luego ambos salieron de la casa y entraron al auto. El chico empezó a conducir rumbo a la casa de su padre para ir en busca de su hija. No hablaron mucho durante el camino, pero era un silencio bastante cómodo.
Finalmente llegaron a la casa de Fp y cómo era costumbre, se escucharon las risas de Emily junto a las risas de Fp y JB.
Pero antes de que tuvieran la oportunidad de bajar del auto y acercarse a la puerta principal, Emily la abrió y corrió hacia ellos.
—¡Pa...!— Saludó a su padre y se detuvo al ver a Betty. —¡Betty!— Gritó y corrió hacia ella, abrazándola.
—Oh princesa... no sabes las ganas que tenia de verte— Aseguró Betty, abrazándola.
—Muy bien pequeña, ahora ven a saludar a papi— Pidió Jughead, divertido, abriendo sus brazos.
Emily se separó de Betty y corrió a los brazos de su padre, quien la tomó en sus brazos y le llenó la cara de besos, haciéndola reír.
Betty los miraba y no podía evitar sonreír. Sabía que Jughead era un gran hombre, y sobre todo un gran padre. Eso es lo que ella quería para el hijo o hija que estaba esperando.
—Oigan tórtolos...— Los llamó JB desde la puerta de la casa con su padre al lado.
—¿Planean quedarse ahí? Vengan— Invitó Fp.
Betty y Jughead junto a la pequeña entraron a la casa y se reunieron con Fp y Jellybean en la sala de estar.
—¿Que me trajeron?— Preguntó la menor, mirando a Betty y a su padre.
—Bueno... les tenemos buenas noticias, a todos— Aseguró Jughead.
—¿Buenas noticias? A ver— Pidió JB.
—¿Que se traen?— Preguntó Fp.
—No sabemos por dónde empezar. ¿Por donde empezamos amor?— Le preguntó el ojiazul a Betty, poniendo una mano sobre la de ella.
—Por donde quieras Juggie— Autorizó la rubia, sonriéndole.
—¿Por qué ustedes los adultos se portan muy raro?— Preguntó Emily, mirándolos a todos, extrañada.
—Me ponen nervioso muchachos. Hablen— Pidió Fp.
Jughead tomó aire y se puso de pie, tomando la mano de Betty. —Familia, lo primero es que Betty y yo... nos casaremos— Anunció.
Fp y JB gritaron de la emoción y se acercaron a felicitar a la pareja, emocionados y contentos.
—Ya era hora mi muchachote. Felicitaciones— Lo felicitó Fp, palmeando su hombro y luego abrazando a la rubia. —Felicitaciones Betty—
—Quítate papá— Le dijo JB a su padre, separándolo de Betty para luego abrazarla ella. —Buena suerte soportando al pesado de mi hermano—
—Ahora queremos saber cuál es la otra buena noticia— Exigió Fp.
—¿Otra buena noticia? A ver... los escuchamos— Dijo JB, mirando a su hermano y cuñada.
—No estoy entendiendo nada— Murmuró Emily, abrazando a uno de sus peluches mientras miraba atentamente a los adultos.
Jughead aclaró su garganta y puso su mano sobre el vientre de Betty. —La otra buena noticia es que... Betty y yo vamos a tener un bebé— Avisó, orgulloso.
En ese momento Fp y JB enloquecieron, saltando de la emoción y apresurándose a felicitar a la pareja mientras la más pequeña solo los miraba, confundida.
—Por fin me hicieron caso muchachos. Me llenan de orgullo— Aseguró Fp, mirándolos con una sonrisa.
—Ya se habían tardado. Es demasiada información para un día— Admitió JB, dejándose caer al sofá con una gran sonrisa.
Betty sonrió, pero miró a la niña, quien permanecía en silencio y se acercó a ella. —¿Todo bien mi amor? Estás callada. ¿Pasa algo princesa?—
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