Capítulo 7

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—Si, lo está— Admitió el ojiazul. —Pero hoy tú has superado la belleza de la noche—

Betty lo miró y sus mejillas no podían estar más rojas de lo que ya se encontraban en ese momento ante las palabras del chico.

Él notó sus nervios y también se puso nervioso. —Perdón. Yo... no quise... no quise sonar atrevido—

—Oh no. Eso no fue atrevido. Eso fue muy dulce de tu parte, Juggie— Respondió Betty mientras seguía caminando a su lado. —No recuerdo la última vez en la que alguien me dijo algo tan lindo—

—Bueno...— Contestó el chico, rascándose la nuca con su mano libre mientras caminaba a su lado. —Ya estamos llegando. Está bastante cerca—

—Si... te dije que estaba bastante cerca. Venir caminando es más saludable y puedes admirar mejor el paisaje— Dijo Betty, mirando a su alrededor, encantada con el cielo estrellado.

—¿Sabes? A veces, no importa el lugar. Importa la compañía que tienes— Habló Jughead, mirándola de reojo.

Betty volvió a sonreír. Cuando estaba con Jughead, sonreía con cada cosa que él le decía, como si su intención fuera siempre hacerla sonreír.

—Mira... llegamos— Avisó Jughead, deteniéndose frente al restaurante al aire libre que había mencionado.

Betty miró a su alrededor y se dio cuenta de que ya habían llegado a la playa. Su entretenida conversación los había distraído tanto que no se dieron cuenta de que ya habían llegado a su destino.

El lugar estaba tranquilo y no habían muchas personas en aquel restaurante. La noche estaba fresca con la delicada brisa de la noche en aquella playa y las luces y la música clásica en un tono bajo adornaban el restaurante.

—Ya reservé nuestra mesa. Vamos— Invitó el pelinegro, acercándose a una de las mesas del restaurante con Betty tomada de manos.

Ésta lo siguió y ambos se sentaron en una mesa apartada de las demás, con luces y flores  de muchos colores alrededor y con la mejor vista hacia la playa y el cielo.

—Esto es hermoso— Admitió Betty, mirando a su alrededor. —Había pasado por aquí, pero ahora qué me acerqué, es aún mejor. ¿Por qué haces todo esto?—

—Porque eres muy especial Betty. Definitivamente mereces algo así y probablemente mucho más— Aseguró Jughead, poniendo su mano sobre la de la rubia encima de la mesa.

Betty miró su mano con la del chico y luego lo miró a él y se sonrojó. Jughead también miró sus manos junto a las de ella y las quitó.

Jughead aclaró su garganta. —Entonces... ¿Que vas a pedir? Soy muy indeciso—

Betty soltó una pequeña risa. —También yo— Admitió, empezando a buscar el menú. —Pero no veo el menú por ningún lado—

—Tampoco yo— Dijo Jughead mientras también buscaba el menú y se puso de pie. —Iré por uno. ¿Me esperas?—

—Claro— Sonrió.

—No tardo— Aseguró, largándose a correr.

Betty rió y negó con la cabeza y mientras lo esperaba, se sirvió un trago de un Brandy que estaba sobre la mesa.

Se lo tomó mientras lo veía a él. Lo veía hablar y parecía estar discutiendo con uno de los meseros, pero solo podía pensar en lo bien que Jughead se veía esa noche. Se sentía una perversa por verlo de arriba a abajo y pensar que se ve sexy.

—Señorita— Habló un hombre, poniendo una mano sobre el hombro de la rubia.

Betty se giró a mirar a aquel hombre, asustada, y se encontró con un tipo de ojos oscuros y casi calvo que andaba con una botella llena de alcohol en mano.

—¿Quien es usted?— Preguntó la ojiverde, confundida y a la vez asustada.

—Solo soy un hombre que está buscando a una hermosa mujer para divertirse un rato— Le respondió, sentándose frente a ella. —Tú eres muy linda y tienes un bonito cuerpo, nena— Puso una mano sobre su pierna.

—¡Suéltame enfermo!— Exigió Betty, quitando la mano de aquel hombre de su pierna. —Lárgate de aquí—

—¿Irme? Pero acabo de llegar, bonita—

—Ella ya te dijo que te vallas— Exigió Jughead, acercándose a aquella mesa. —Y si te veo tocándole al menos un cabello, juro por mi hija que te arrepentirás el resto de tu vida—

—Está bien— Aceptó el hombre. —Disfruta de tu novia. Se nota que es una maldita perra— Se alejó.

Jughead iba a abalanzarse sobre aquel hombre que aparentemente estaba borracho, pero Betty lo detuvo, tomándolo de la mano.

—No vale la pena Jug— Dijo Betty, mirándolo fijamente.

—Pero no puedo permitir que te falte al respeto así y que se valla como si nada. Debe recibir su merecido— Aseguró Jughead, soltándose del agarre de la rubia.

—Jughead... piensa en tu hija— Le recordó. —Tal vez ella no te esté viendo en este momento, pero si haces un escándalo y eso llega a oídos de tu hija... ¿Que crees que va a pensar? ¿Que ejemplo le estarás dando?— Cuestionó.

Jughead se detuvo y la miró fijamente. Pudo ver cómo Betty le suplicaba con la mirada que no buscara problemas y además de eso, ella tenía razón.

—Tienes razón. Lo siento. Tengo una hija y debo comportarme— Dijo Jughead, volviendo a sentarse frente a ella y tendiéndole el menú. —Pero si alguien vuelve a molestarte, no sé si podré controlarme—

—Eso es muy dulce Juggie— Admitió Betty mientras tomaba aquel menú. —¿Por qué lo haces?—

—¿Hacer que?—

—Preocuparte, defenderme... eso es muy lindo pero... ¿Por qué?— Preguntó.

—Porque... porque me importas Betty. Eres... eres alguien especial para mi— Confesó.

Betty sonrió, sonrojada. —Gracias Jug. También eres importante para mi, pero no quiero que te metas en problemas—

—Tranquila— Aseguró, poniendo una mano sobre la de ella. —¿Que vas a pedir?—

Ambos pidieron algo para cenar y se olvidaron de aquel tema, empezando una animada conversación sobre cualquier cosa que se les ocurriera.

Cuando terminaron, Jughead pagó la cuenta y así ambos se alejaron de aquel restaurante, hablando y riendo.

—Que tonto eras, y lamento decirlo pero... oh por Dios...— Admitió Betty, riendo.

—Tenía quince– Se justificó, riendo y encogiéndose de hombros.

Aún entre risas, Jughead la miraba reír y de alguna manera eso lo llenaba y lo hacía sentir algo realmente inexplicable. Miró el cielo estrellado y luego la volvió a mirar, parando de reír.

Ella notó como él la miraba y dejó de reír. —¿Ocurre algo?—

—¿Que? ¿Por qué?— Preguntó el pelinegro.

—¿Por qué me estás mirando así?— Preguntó ella.


¿Por qué la mira así? 😏

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¿Por qué la mira así? 😏



Samy ❤️

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