Boba x Lectora 300 palabras
"Silencio, mesh'la". Boba ordena, raspando con sus dientes romos la delicada longitud de tu cuello. Tu piel, ya sensible y dolorida, pone la piel de gallina bajo el calor de su aliento.
Tragar tus jadeos duele. Se atrapan en tu garganta. Suplicando ser soltada. Intentando desesperadamente salir con las garras antes de que te los tragues. Asfixiada entre la cálida pared de roca del palacio y el frío y duro metal de la armadura de Boba, te deja aferrada. La mente da vueltas, las caderas en celo, las manos en puños en suaves túnicas negras mientras te aferras a los últimos fragmentos de lógica que posees.
Esto es peligroso. El es peligroso. Si alguien te atrapa, podrías convertirte en un objetivo. Usado como palanca para llegar a Boba. Para enviar un mensaje. No puedes dejar que te usen así. Nadie debe- nadie puede-
Los dedos de Boba encuentran ese lugar. Húmedo y necesitado. Dolorida y vacía te llena. No importa que sus dedos estén secos. La quemadura se siente bien. Atraviesa tus pensamientos hasta que te quedas hecha trizas.
Tu falda está amontonada torpemente, enredándose en su brazalete. El dolor en tu cadera llora cuando levantas más la pierna. Un pedido silencioso de más. La velocidad y la fricción aumentan a medida que te retuerces bajo el peso de Boba. Fiebre alimentando el fuego. El shlick shlick húmedo de cada presión de sus dedos dentro te envuelve. Engatusándote más y más alto hasta que él cambia. Doblando los dedos y presionando.
"¡Ah!" Tu mente no tiene mucho espacio para preocuparse ya que tus labios se ocupan rápidamente para evitar más errores. Boba se lleva el resto de tus ruidos con la boca. Pero la vocal solitaria que ya soltaste resuena por el pasillo. Haciéndose eco y rebotando en la roca lisa hasta que tu lastimoso grito llega a la sala del trono. Solo puede esperar que nadie se dé cuenta de la música baja y el chat inactivo.