Cosas de Boba
Advertencias: no estafa
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Después de convertirse en Daimyo, te encuentra como una esclava en el palacio --- y se supone que ahora es un buen tipo, y lo está intentando, ¡de verdad que lo es! Así que realmente debería liberarte. Pero desde el momento en que te ve, sabe que estabas destinada a ser suya. No se atreve a dejar que te vayas, pero te cuidará muy bien, lo jura. Así que te mantiene como una esclava, pero te trata como a una princesa.
Al principio, se dice a sí mismo que no te tocará hasta que lo quieras de regreso. Pero... pasan las semanas y todavía le tienes terror. Todavía ruegas que te dejen ir a casa, a ver a tu familia. Y negarse a sí mismo tu piel suave, tus curvas, tus agujeros es una tortura. Así que decide intentar un enfoque más... práctico para convencerte de que lo quieres de vuelta. Entonces, todas las noches, en esa cama grande y lujosa que te dio, te hace acostarte mientras te come. Él acaricia tu suave vientre y besa el interior de tus muslos. Murmura alabanzas, te dice lo hermosa y perfecta que eres. Qué irresistible eres para él. Cómo le haces perder la cabeza sin siquiera intentarlo. Cómo nunca podría querer a nadie más que a ti. Cómo nunca amará a nadie más que a ti. Cómo lo completas. Todo esto mientras lloras en silencio.
Una vez más, se dice a sí mismo que esto es lo más lejos que llegará hasta que lo quieras de vuelta. Que todo se trata de tu placer, todo para ti, y no de él. Pero noche tras noche saboreándote con su lengua, haciéndote tocar una y otra vez con sus dedos... lo está agotando. Es sólo un hombre, después de todo. Entonces, en la tercera noche, libera su polla tensa de su túnica y comienza a tocarse mientras su lengua está dentro de ti, haciendo que te corras media docena de veces antes de que esté satisfecho. En su último clímax forzado, los dos se corren juntos, y es hermoso. Boba nunca había experimentado algo tan perfecto. Y necesita más. Pero él sabe que no estás preparada para ello. Y él nunca querría lastimarte. Él te ama. Eres su princesa. Su gema perfecta y preciosa. Así que se obliga a sí mismo a comportarse. Para ti.
Por supuesto, solo puede contenerse por tanto tiempo. Después de semanas de comerte mientras se acaricia hasta el final, tiene un día difícil y ya no puede controlarse. Ya te ha hecho correrte cinco veces, y tu coño prácticamente lo invita a entrar. Simplemente no puede evitar hundir las bolas profundamente en tu calor cálido y húmedo. Él limpia tus lágrimas mientras te empuja, besándote dulcemente para calmar tus sollozos. Él juega con tu clítoris mientras te folla lenta y profundamente, haciéndote llegar al clímax otras dos veces antes de que finalmente se desparrame dentro de ti, llenándote. Se mantiene enterrado en tu coño mientras su polla se ablanda, su pecho presionado contra el tuyo, acariciando tu cabello y colocando besos con la boca abierta a lo largo de la columna de tu garganta. Tiemblas debajo de él, lágrimas silenciosas todavía corren por tu rostro. Cuando llega a tu mandíbula, chupa suavemente un moretón, su corazón se acelera ahora que finalmente te ha reclamado en todos los sentidos.
